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La renuncia de Raúl Sendic a la Vicepresidencia de la República obligó a la oposición a salir de la madriguera. Dentro de filas nacionalistas surgieron diferencias sobre cómo reaccionar ante el hecho político. También se les escaparon algunos mensajes equivocados. Desde la cuenta oficial de Twitter del Partido Nacional apareció un mensaje en el perfil Sendic, a pocos minutos de que confirmara su renuncia en esa red social: “En definitiva sos corrupto y de izquierda”. El mensaje fue inmediatamente borrado, pero estuvo el tiempo suficiente como para que se hicieran y circularan capturas del desliz.

En la tarde del sábado, a pocas horas de conocerse que el vicepresidente dejaría su cargo, el senador Luis Lacalle Pou dio una conferencia de prensa en el Anexo del Palacio Legislativo junto con otros integrantes de su partido. El dirigente del sector herrerista Todos aclaró, para que no se malinterprete, que no son “aves rapaces ni carroñeros que hacen leña del árbol caído”. Sin embargo, acto seguido, interpretó que la renuncia de Sendic debía entenderse dentro de un marco de crisis “política e institucional”.

El otro líder del nacionalismo, el senador aliancista Jorge Larrañaga, que en el momento de la renuncia se encontraba cabalgando hacia Masoller, en el departamento de Rivera, marcó su propia postura por escrito. En un comunicado expresó que la renuncia colocaba al país en una situación “inusitada”, pero que “corresponde ser responsables” y pensar en la “institucionalidad e imagen del país, porque por ahora lo más importante es la continuidad de las instituciones”. Aunque agregó que “ya habrá tiempo para conclusiones políticas y judiciales”.

Pero las diferencias no dejaron de verse entre los dirigentes de cepa nacionalista. El miércoles 13 la bancada parlamentaria había mandatado a sus integrantes para que aceptaran la renuncia de Sendic y que se llamaran a silencio al votar. Una vez leído el texto de la renuncia, los nacionalistas se empezaron a alborotar. El diputado Pablo Iturralde se rebeló contra los mandamientos de su partido y les anunció que iba a votar en contra. Su correligionario, el senador Álvaro Delgado, decidió calmar las aguas y pedir un cuarto intermedio. Luego de casi una hora el legislador insurgente se retiró de sala y tanto los representantes nacionalistas como el resto de la oposición votaron la renuncia del vicepresidente sin decir ni una palabra. De todas formas, el jueves de mañana el diputado salió en un móvil del programa Desayunos informales a plantear su parecer: “Yo hubiera esperado que actuáramos de otra manera. Hace dos meses que planteé la necesidad de hacerle un juicio político. Me parece que nosotros tenemos que tener una actitud más contundente desde el sistema político para mostrarle a la gente la preocupación que hay por estos temas”.

Otros, como el senador Delgado, llevaron agua a su molino con más sutileza; en un twit éste dijo que si el PN no hubiese impulsado la investigadora de Ancap “los usos de tarjetas, horrores de gestión y renuncia no estarían en la agenda”. La senadora Verónica Alonso también se expresó en las redes; le reclamó a Sendic “transparencia, honestidad y credibilidad”, y advirtió: “Los políticos no somos todos iguales”.

El pronunciamiento del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado marcó distancia de Lacalle Pou y aseguró que la renuncia de un vicepresidente no tiene “por qué generar, ni genera en este caso, ‘crisis institucional’ alguna”, porque Sendic iba a ser sustituido por “quien corresponde de acuerdo con la Constitución, en paz y en orden”.

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