Defensa de las virtudes del sistema electoral uruguayo - Semanario Brecha
Debate abierto Suscriptores

Defensa de las virtudes del sistema electoral uruguayo

La forma en que se asignan los representantes en Uruguay es claramente más justa y democrática que las propuestas alternativas. Y se puede demostrar matemáticamente.

La forma en que se asignan los representantes en Uruguay es claramente más justa y democrática que las propuestas alternativas. Y se puede demostrar matemáticamente. Uruguay por constitución elige los diputados y senadores por representación proporcional. Pero existen diversos sistemas de representación proporcional posibles. Hasta 1925 se utilizaba el método de “resto mayor” (llamado Hare por una de las personas que lo expuso). A partir de 1925 se utiliza el método del “promedio mayor” (llamado D’Hondt en honor a su autor). Recientemente el libro El fin de la inocencia. La representación proporcional integral falseada, de Guillermo García Costa y Rodolfo González Rissotto, critica no sólo la legalidad de utilizar el sistema D’Hondt en Uruguay, sino también su justicia. Claramente discuti...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2001 Suscriptores
El abordaje de la denuncia contra Olmos y las controversias dentro del Frente Amplio

La conducta política

Edición 2001 Suscriptores
Tribunal del FA: todas las sanciones ratificadas fueron por violencia de género

Punto de inflexión

Edición 2001 Suscriptores
Alerta en Uruguay y en la región por el aumento de casos de dengue

Dar vuelta todo

Edición 2001 Suscriptores
LA ANP apelará el fallo que la obliga a entregar información sobre Terminal Cuenca del Plata

Bajo siete llaves

Edición 2001 Suscriptores
El FA busca regular el trabajo en las plataformas digitales

«Es una dinámica muy perversa»