Los narcos, cuando eran tratables - Semanario Brecha

Los narcos, cuando eran tratables

La acción se sitúa en 1975. La mafia conocida como la Conexión Francesa maneja el tráfico de heroína a través del mundo, pero fundamentalmente hacia Estados Unidos. Un juez de menores (Jean Dujardin, protagonista de El artista) es ascendido a la unidad orientada a combatir el crimen organizado para poder derribar su poderío en la zona. Es así que aquí1 va desarrollándose una trama ya vista muchas veces, con una progresión clásica y de a ratos bastante obvia de policías versus narcotraficantes, donde no falta ninguno de los lugares comunes de la fórmula. Está presentado el clásico enfrentamiento de personalidades trajeadas, por un lado, el juez de instrucción y, por otro, el capo mafioso, con la infaltable escena de diálogos amenazantes entre ambos que es, de lejos, lo peor de la película. Se presenta la subtrama familiar del protagonista, cuya mujer le cuestiona que pase tanto tiempo en su trabajo y que ponga en riesgo a los suyos. Se siguen las artimañas para mover la droga, las internas del mundo mafioso, los ajustes de cuentas y, del otro lado del mostrador, el desarrollo de una investigación que parte de cero y que, en definitiva, terminaría por desmantelar al famoso cártel y su entramado de corrupción.

Así como suena podría parecer un aburridísimo y anodino ejercicio de género, pero vale recordar que esta es una coproducción franco-belga, y que por tanto tiene mucho más para ofrecer que el muy repetido cine estadounidense de gángsteres. Por un lado, hay un costado puramente didáctico en el desarrollo histórico de esta particular guerra contra el narcotráfico, ya que se trata de un narcotráfico light, que hoy puede ser vista, en su simplicidad, prácticamente como una pieza de museo. Y es que, comparado con un narco mexicano de hoy, “Zampa” es un hombre de honor, todo un gentleman. Del mismo modo, el protagonista sale a la calle a la luz de todo el mundo, es abordado por el enemigo en el restaurante a la hora de comer y se sorprende cuando se entera de que los vínculos de la mafia llegan a su propio departamento. Todo esto retrotrae a una ingenuidad que hoy ya no podría repetirse.

Y hay una interesante progresión paralela en el tratamiento de ambos contendientes que, cada cual apostando su propia vida y su propio universo, son presentados también como personas vulnerables, dotadas de una psicología propia y de cierta densidad emocional. Es a partir de la mitad de la película que esto comienza a ser más notorio, y que la trama cobra mayor interés gracias a esta doble empatía.

Como cine de género, la película funciona y hasta termina resultando mucho más interesante de lo que en un comienzo se esperaba. Pero quizá tampoco convenga pensar que hay mucho más que eso.

  1. La French. Francia, Bélgica, 2014.
  2. https://www.youtube.com/watch?v=rwXIpaaV8iQ

 

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