Dos jugadores, un tablero, piedras blancas y negras. No es un juego como el ajedrez, tampoco como el war. En el go no se combate ni ataca al oponente, se lo rodea. El objetivo es conquistar la mayor cantidad de territorio desplazando del tablero las fichas del contrincante. Para jugar se necesita una dosis importante de estrategia, paciencia y táctica. Su origen es milenario y su referencia se puede encontrar en la literatura, historia y pinturas chinas. Hoy, desde algunos libros occidentales, se analiza el juego y su correlato con los lineamientos de la política exterior china.1
Más allá de los paralelismos, lo cierto es que la potencia mundial asiática avanza a paso decidido por el mundo y le interesa especialmente colocar sus fichas en el tablero latinoamericano. Los recursos naturales,...
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