Otro diario de navegación - Semanario Brecha

Otro diario de navegación

La marcha hacia el desarrollo de un puerto de aguas profundas en Rocha no se detendrá en este gobierno, aunque no figura entre las obras de infraestructura prioritarias. La idea de que sea una obra de interés regional no se ha descartado, pero sí la de construirlo de forma “cooperativa”.

Foto: Pedro Pandolfo

La marcha hacia el desarrollo de un puerto de aguas profundas en Rocha no se detendrá en este gobierno, aunque no figura entre las obras de infraestructura prioritarias. Además no se mantendrá la misma actitud de negociación con Brasil y Argentina para su administración de forma conjunta, como impulsó el ex presidente José Mujica. La idea de que sea una obra de interés regional no se ha descartado, pero sí la de construirlo de forma “cooperativa”. Por otro lado, ya se ha decidido un cambio: la comisión que lo estudia abandonará la Presidencia y se ensamblará al Ministerio de Transporte, que es “donde corresponde”, adelantó el ministro Víctor Rossi.

“La guerra de puertos comenzada entre el consulado de Buenos Aires y la Junta de Comerciantes de Montevideo adquiría de este modo un carácter de lucha local, de la cual participarían las autoridades todas y los habitantes de una y otra banda del río”, relataba el historiador Pablo Blanco Acevedo. Lo contaba en su libro El gobierno colonial en el Uruguay y los orígenes de la nacionalidad, donde relata el momento en que el gobierno de Buenos Aires habilitó, en 1800, el puerto de la ensenada que causó en Montevideo “el efecto de una medida de guerra, ya que las intenciones del consulado para centralizar el comercio de Buenos Aires y destruir Montevideo eran, desde tiempo atrás, de notoriedad”. A este libro de 1929 hizo referencia en reiteradas ocasiones el ex presidente José Mujica durante su mandato para revelar lo complejo del asunto. La reseña de la lucha de puertos entre Argentina y Uruguay le sirvió para explicar el porqué del puente cortado entre ambos países, la causa de la demora en iniciar el dragado del canal Martín García o de la reticencia argentina frente a la construcción de un puerto de aguas profundas (Pap) en Rocha.

Para Mujica esa obra es central, y se encargó personalmente de conversar con los presidentes de la región en busca de su apoyo. Paraguay y Bolivia están interesados, Brasil le manifestó su apoyo, mientras que Argentina escucha la idea pero sigue focalizada en sus proyectos (incluso el de la construcción de su propio puerto de aguas profundas). Los estudios preparatorios y las negociaciones continuarán durante este gobierno de Tabaré Vázquez pero con otros énfasis. Ya no será central, porque si bien “no se va a abandonar”, se avanzará mientras “se atienden otras obras”, admitió el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, en declaraciones a Brecha.

El primer cambio es que la Comisión Interministerial para el Puerto de Aguas Profundas (Cipap) que creó Mujica en noviembre de 2011, dependiente de la Presidencia de la República, se sacará del “ámbito indefinido” en que estaba, para pasar a la “jurisdicción del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (Mtop), que es donde corresponde”, adelantó Rossi, quien considera que así es “la mejor manera de que forme parte del Sistema Nacional Portuario”. Al frente de la coordinación del proyecto estará el ingeniero Pablo Genta, ex subsecretario y actual encargado de la Dirección Nacional de Logística del Mtop.

En la última cumbre de presidentes del Mercosur, Mujica había pedido a sus entonces colegas que el puerto fuera administrado de forma conjunta por los países del bloque regional. Sin embargo, la visión de esta administración es otra. El puerto tiene que “llevarlo adelante Uruguay” y no tener “la expectativa de que alguien venga a resolverlo”, afirmó Rossi en referencia a los pedidos de apoyo de Mujica a Brasil y Argentina. El ministro piensa que el puerto de aguas profundas tiene una vocación regional. Pero una cosa es que sirva y facilite a la región, y “otra hacerlo de forma cooperativa”. Aunque hay diferencias en cuanto a la prioridad que se le asigna, Rossi admite que “el trabajo de presentación de la administración anterior fue excelente”.

Argentina no ha sido tan receptiva a la propuesta de Uruguay; es que estudia el desarrollo de un Pap que compita con el que se proyecta en Rocha, según han indicado en ámbitos especializados funcionarios del gobierno kirchnerista. Para Rossi “hay que procurar que Argentina no lo vea como una medida impulsada contra ella”.

Bolivia es el más interesado en que este puerto se concrete, ya que Uruguay se comprometió a través de la firma de un memorándum a otorgarle las facilidades para que esa sea su salida al mar y la vía comercial con el océano Atlántico. Entre referencias de “amigo” y “hermano” discurrió el diálogo entre Mujica y Evo Morales cuando se concretó aquel compromiso, aunque resta firmar documentos aún. Bolivia “es uno de los más beneficiados, si se puede concretar”, reconoce Rossi. Otro de los interesados es Paraguay, que en el gobierno pasado adelantó conversaciones con Uruguay para participar en la construcción y así sacar por esa vía parte de su exportación de granos.

ENTUERTOS. Argentina y Brasil, en tanto, prestan atención a la propuesta de Uruguay pero están metidos en sus propios proyectos de infraestructura, y por estos tiempos en sus entuertos internos de denuncias de corrupción y elecciones. Mujica insiste en que si Uruguay no hace el puerto lo terminará haciendo alguno de los vecinos grandes.

Pero para que se efectivice el desarrollo del puerto en Rocha hay muchas variables políticas y económicas en juego.  El proyecto de Aratirí preveía la extracción de 18 millones de toneladas de hierro anuales y era en parte la justificación de la obra. Pero la inversión de la empresa está congelada por el momento. No obstante, Rossi fue enfático en decir que “en absoluto” es necesario que se concrete el negocio de Aratirí para que el puerto tenga razón de existir.

La posición geográfica estratégica de Uruguay en relación con la hidrovía justifica la construcción de un puerto de esas características, es una premisa que casi no encuentra reparos. Sin embargo, se pone en duda la viabilidad de la obra por el volumen de carga que puede llegar a tener. Rossi argumenta que los puertos “se construyen, y a veces la carga está ahí o demora”.

Por su parte, el ex presidente de la Cipap Pedro Buonomo (afín al Mpp) planteó otro panorama a Brecha. A su criterio, como las condiciones políticas y económicas del país y de la región no son las mismas que cuando se empezó a trabajar hace más de tres años, hay que “redefinir la estrategia”. “Argentina es uno de los temas”, reconoce Buonomo cuando se lo consulta sobre los motivos del lento andar del proyecto. El ex responsable de la comisión coincide con Rossi en que la terminal en Rocha “no necesariamente necesita de Aratirí”, pero sí cree que es necesario “un consenso político regional”.

Montevideo, La Paloma, Conchillas, Nueva Palmira, Fray Bentos, Paysandú y Salto conforman el sistema de puertos nacionales, y seguir desarrollando esas terminales está entre los objetivos, afirmó Rossi.

Lo cierto es que el proyecto continuará en la hoja de ruta, pero los próximos cinco años no serán suficientes para que se levante el puerto en Rocha. Rossi esboza el nuevo rumbo: el objetivo para este período es sólo seguir “proyectando y profundizando” la iniciativa.

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Mujica dixit

El socio y la veterana

“No tenemos el socio principal”, admitió el ex presidente José Mujica, en referencia a construir el puerto de aguas profundas sin contar con la empresa Aratirí. Durante una entrevista en Canal 4, el miércoles, el senador aceptó que “se complicó con Brasil”. “Claro m’hijo, yo tenía la palabra de la veterana que está al frente de Brasil, gran amiga del Uruguay; está en la cuerda floja”, dijo Mujica al periodista, hablando sobre la situación que atraviesa la presidenta brasileña Dilma Rouseff por las denuncias de corrupción en su gobierno. Finalmente se mostró confiado en que, aunque cueste, habrá puerto en Rocha: “Yo creo que el país lo va a hacer a la larga porque tenemos socios importantes, que son Bolivia y Paraguay”.

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