Como un asteroide que explota en su periplo por la galaxia, incrustando con millones de esquirlas a otros elementos del cosmos, puede leerse el paso de Walter Benjamin (1892-1940) por la cultura occidental del siglo XX y lo que va del XXI. Forzando un poco más la tosca metáfora espacial, puede decirse que, a diferencia de la aridez propia del sideral cuerpo rocoso, el fenómeno Benjamin ha sabido insuflar vida a su paso, bajo la forma de innumerables ideas, corrientes, fenómenos de disciplinas diversas y obras enteras que se han dedicado a glosarlo, analizarlo, cuestionarlo. Un ejemplo muy cercano, temporal y geográficamente, es el libro Las tres vanguardias, del escritor argentino Ricardo Piglia, que, dedicado al estudio de las obras de Juan José Saer, Manuel Puig y Rodolfo Walsh, encuentr...
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