Raíz, invención y cancha - Semanario Brecha

Raíz, invención y cancha

El riverense Chito de Mello canta en el dialecto fronterizo, hace varias canciones en especies tradicionales de su región (milonga, chamarrita), usa mayormente formas poéticas predefinidas (cuartetas, décimas) y suele acompañarse sólo con su guitarra.

El riverense Chito de Mello canta en el dialecto fronterizo, hace varias canciones en especies tradicionales de su región (milonga, chamarrita), usa mayormente formas poéticas predefinidas (cuartetas, décimas) y suele acompañarse sólo con su guitarra. Es, por lo tanto, un músico folclorista. Sin embargo, cuando uno lo escucha puede llegar a sentir que no está frente a un “ismo”, que esto es el folclore propiamente, que es “de verdad”. Y sí, porque esas categorías son resbaladizas, y ambas caracterizaciones pueden valer (como también podría valer decir que no es ni una cosa ni la otra, es sencillamente un cantor y compositor uruguayo). Chito tiene en cuenta el folclore, reflexiona sobre él y también lo vivencia, lo transforma, lo trata con una combinación saludable de respeto, arraigo e irreverencia.

Nació en 1947. Empezó a actuar a los 18 años. Tocó en teatros, y en otros espacios, como él mismo cuenta en “Soy del Bagazo nomás”: “Y como no soy noyento/ les canto en cualquier lugar/ en los clus, en los buteco/ los liceu, los festival/ los tablado y los quilombo”. Tuvo la oportunidad de tocar con eminencias como Carlos Molina y Alberto Mastra, entre otros. En la zona fronteriza es muy conocido y querido, y grabó seis CD autoproducidos. Misturado es su séptimo disco, el primero editado en Montevideo y el primero para un sello discográfico.

Esa experiencia se traduce en una cancha notable como intérprete. Tanto en el canto como en la guitarra tiene un timbre y una técnica rústicos, que son parte de su sabor. Una leve rasposidad en el canto es la marca de miles de escenarios, y condimenta su voz poderosa, penetrante, que corta en los agudos y se potencia con un leve vibrato en los graves, y a la que sabe aplicar muchos matices según la letra o el giro melódico. La guitarra es muy elaborada y se caracteriza por una inventiva constante. En el ritornelo de “Mi canto” hace un milongueo donde se destacan algunas notas melódicas mantenidas, pero trastoca las expectativas a cada rato con momentos apagaditos y silencios, o cambiando el pie del milongueo para insinuar una breve polirritmia. Es de una elegancia, una gracia, una riqueza increíbles. Y cuando entra la voz, si uno logra que el atractivo del canto y del texto no atrape del todo nuestra atención, percibirá que el acompañamiento siempre está avivando la canción con pequeñas sorpresas rítmicas, de figuración, de armonía.

Las letras incluyen comentarios sociales, casi siempre transparentados, siguiendo la tradición del “canto popular”, a través de versos que se centran en indicar la posición solidaria del cantor (“Mi canto”, “Uno más”, “Yo voy con mi guitarrita”). El disco alterna textos en una especie de gauchesco neutro y otros marcadamente en dialecto fronterizo, y buena parte de éstos funcionan como manifiestos de esa manera de hablar misturada (“La riverense”, “Rompidioma”, o el recitado irónico “¿Tás m’entendiendo?”). Otros tópicos son los cantos dionisíacos a la borrachera (“soy bebedor contumaz/ ‘contumás’ tein, eu mais bebo”), descripciones pintorescas (“Hino ‘prainshada lúmpe dus Diablo Rojo du’ barrio Rivera Chico”), referencias a personajes del lugar (Viejo Pedro, Groncho, Pretiño), quizás reales y conocidos de los oyentes más cercanos en Rivera, convertidos a una cercanía ficticia en el juego de la comunicación con oyentes más lejanos.

El espectro musical se extiende con un vals, con ritmos emanados desde Montevideo (el tango “Y no es por me ‘gavá’”, el magnífico candombe “Uno más”) o desde Río de Janeiro (el samba “‘Náun véin’ que ‘náun téin’”). Al igual que lo solían hacer Los Olimareños, él de alguna manera reinventa maneras de tocar esos ritmos y los incorpora a su onda, un proceder antropofágico más que una mímesis. A veces la “mistura” musical es explícita, como en el instrumental “Milonga shoro”. En tres de las canciones hay un discreto acompañamiento de percusión, únicas excepciones al formato de voz y guitarra.

Mañana sábado 26 a las 21 horas Chito de Mello presentará su disco1 en la Sala Zitarrosa. Como invitados especiales estarán Ernesto Díaz (coproductor del disco junto a Rubén Olivera), Joni de Mello, Tacuruses, Fabián Severo y Maxi Miranda.

  1. Misturado. Ayuí, A/E 416 CD, 2016.

 

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