Todavía el amor, la locura y la muerte - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Todavía el amor, la locura y la muerte

Esta reedición de los Cuentos de amor, de locura y de muerte es una suma de auras. La de Quiroga, por supuesto, y la de Pedro Dalton, voz cantante de la banda de rock Buenos Muchachos y mano ilustrante de los relatos.

Pocos autores nacionales pueden reclamar para su obra el brío que conservan los cuentos de Horacio Quiroga a través de las décadas. En un par de años, los de amor, de locura y de muerte, cumplirán cien, y no se cansan de llegar a nuevos lectores que, jóvenes y alucinados, descubren que esta tierra de superficie anodina ha dado una especie de improbable Edgar Poe. Pero, bien mirado, si alguna vez tuvimos una Brigada Tristán Tzara, bien puede guardar el futuro una Horacio Quiroga, Julito Herrera o Mario Levrero; tal vez, incluso, un Comando Marosa grafiteando muros con alas, magnolias y diademas. Esta reedición de los Cuentos de amor, de locura y de muerte es una suma de auras. La de Quiroga, por supuesto, y la de Pedro Dalton, voz cantante de la banda de rock Buenos Muchachos y mano ilustra...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2004 Suscriptores
Las inversiones de las empresas públicas en el actual período de gobierno

Se enfrían

Edición 2004 Suscriptores
Mario Bergara renunció a la pretensión de ser el presidenciable del FA

La fuerza de los dos polos

Edición 2004 Suscriptores
El MI no le respondió al Senado sobre la actuación de Capretti en el caso Astesiano

Si pasa, pasa

Edición 2004 Suscriptores
Uruguay batió un récord en la importación del principio activo de la Ritalina en 2023

Quédese quieto

Edición 2004 Suscriptores
Con Karina Batthyány, sobre el Sistema Nacional de Cuidados

«No solo no se avanzó, se retrocedió»