El poder de las finanzas en la prensa española - Semanario Brecha
El poder de las finanzas en la prensa española

Un diario para tus ideas

Que un diario venda su portada completa para publicidad es un hecho curioso. Que los siete periódicos principales de España le vendan sus tapas y sus contratapas a un banco el mismo día, más que curioso es sintomático. A medida que avanza la crisis, se estrecha la relación entre la gran prensa y el poder financiero.

“Generación encontrada”, anuncia el titular único. La misma foto lo acompaña en todas las portadas. El quiosco es una casa de espejos donde el mensaje se repite, idéntico, hasta el cansancio. Lo único que cambia son las cabeceras: El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, 20 minutos, La Razón, El Periódico de Catalunya.­ Excluyente, que no exclusiva, la noticia se lleva toda la tapa: el banco Santander ofrece un nuevo paquete de becas.

Mientras la crisis sacude a España y el desempleo juvenil alcanza el 54 por ciento, la campaña que tomó las tapas y las contratapas de los diarios el pasado 28 de enero ofrecía 5 mil becas de trabajo para jóvenes universitarios españoles. De tres meses de duración y con una paga de 600 euros al mes, son parte de una campaña del Santander para acercarse a “la generación joven más insatisfecha de España” –la llamada “generación perdida”–, de acuerdo a la compañía estadounidense de análisis financiero Bloomberg.

El efecto no fue el deseado. Las redes sociales ardieron en críticas contra la campaña y miles de usuarios acusaron a la prensa de falta de independencia, en momentos en que el 40 por ciento de los españoles señala a los bancos como los culpables de la crisis económica. Pedro J Ramírez, director de El Mundo durante 15 años, manifestó en su cuenta de Twitter: “la prepotencia del Santander al comprar las portadas de los periódicos es un disparate táctico pues sugiere que también maneja lo de dentro”. Y no sólo lo de dentro.

EL MECENAS. “El banquero valiente”, “El hombre que revolucionó la banca española”, “Un visionario”, “Luto mundial”. Ya el 10 de setiembre de 2014 el Santander se había llevado todas las portadas. Ante la muerte de Emilio Botín, el histórico presidente del banco, la prensa ibérica se deshizo en elogios al fallecido. “Fue un gran exponente del talento empresarial español”, dijo entonces el presidente Mariano Rajoy. Y vaya talento. Bajo su liderazgo, Botín convirtió al Santander en el banco más grande de España, con el mayor volumen de activos del país y presencia en más de 20 países. Desde que tomó las riendas de la institución, en 1986, Botín emprendió una agresiva política de expansión que lo catapultó a la cima del poder empresarial. Amigo de la realeza y de la Iglesia, The New York Times del 21-IX-11 señaló que “sus pronunciamientos sobre la economía del país eclipsaban a menudo a los de los políticos”. “Hay que devorar antes de que te devoren; hay que jugar siempre con ventaja, con un as en la manga”, era una de las frases de cabecera de Botín.

Sus hombres lo tuvieron claro. Alfredo Sáenz, consejero delegado del grupo Santander, manifestó en 2004 su apuro por “desmontar el Estado de bienestar” europeo. “Hay que desmontarlo y no tenemos demasiado tiempo para hacerlo. Es un mensaje que para mí es clarísimo, pero os aseguro que hay una tremenda preocupación en Europa. No tenemos 15 años para hacerlo”, dijo durante un almuerzo con empresarios (El País, 3-VI-04). En tan urgente tarea, Sáenz no estuvo libre de obstáculos. En 2011 la justicia lo condenó a tres meses de prisión e inhabilitación para ejercer funciones en la banca por un delito de “acusación falsa” contra deudores. Pero este mártir de las finanzas jugaba con ventaja. Apenas confirmada la sentencia, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente de España y líder del PSOE, indultó a Sáenz. Y aclaró: “Esto no se trata de (el pago de) ninguna deuda con el señor Botín”.

Era famosa la amistad de Botín con Zapatero. En un artículo del semanario catalán La Directa, el periodista Marc Font repasa acciones del “banquero valiente” que la gran prensa española prefiere obviar. La formación Unión, Progreso y Democracia, que presentó un proyecto de ley para limitar las condonaciones de pasivos a partidos políticos por parte de los bancos, denunció que el Santander perdonó al PSOE una deuda de 12 millones de euros en 2006, un mecanismo habitual de las grandes finanzas para influir en política (La Directa, 10-IX-14). “El mecenas del deporte”, como lo llamó el periódico Marca, compartió gustos tributarios con famosos deportistas, como Diego Forlán y Fernando Alonso. La discreción suiza del banco HSBC­ le permitió a Botín ocultar del fisco una fortuna de 2.000 millones de euros, según una investigación del diario francés Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (véase Brecha de la semana pasada). Eso no impidió que –en declaraciones que la prensa reprodujo hasta el cansancio– la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, dijera, ante la muerte de Botín, que el banquero siempre fue “una persona comprometida con su país”.

CAPITANES DE LA BANCA, DUEÑOS DE LA PRENSA. Esas hazañas de Botín, al igual que las de otros banqueros influyentes, son tratadas con guante de seda, cuando no silenciadas, por los grandes periódicos. Nadie quiere morder la mano que le da de comer. “Santander hace un gasto masivo en publicidad y eso influencia el tratamiento mediático que recibe. Especialmente en tiempos en que los medios están en una situación financiera tan delicada”, señaló a The New York Times el periodista Salvador Arancibia, quien trabajó para el departamento de comunicación del Santander. No es sólo publicidad. En España, buena parte de los medios es propiedad de los bancos. El Santander, el HSBC y el banco La Caixa poseen el 23 por ciento de las acciones del grupo Prisa, al que pertenece El País. Los bancos españoles son así el segundo accionista del cotidiano, por detrás del fondo de inversión Liberty (Goldman Sachs, Citigroup, Morgan, Crédit Suisse, entre otros). De 16 miembros del consejo de administración de Prisa, 12 responden al sector financiero, señala el periodista Pere Rusiñol, citado por Enric Llopis en el portal Rebelión. “Algo muy parecido sucede con La Vanguardia. El dueño del grupo Godó, Javier Godó, que edita el diario, es vicepresidente segundo de La Caixa y consejero de Caixabanc.

En el caso de El Periódico de Catalunya, formalmente está en manos del grupo Zeta y de la familia Asensio, pero el consejero delegado del grupo, Juan Llopart, «es una persona muy vinculada a La Caixa”, apunta Llopis. En el consejo de administración del diario ABC hay representantes del Santander y del BBVA, mientras que La Razón es propiedad del vicepresidente del Banco de Sabadell, José Manuel Lara, accionista de los canales de televisión Antena 3 y La Sexta. Llopis recuerda además que El Mundo está en manos de una multinacional financiera italiana, el RCS Mediagroup (Rebelión, 19-IV-14).

EL MEDIO ES EL MENSAJE. “Los objetivos de grupos bancarios y grupos de comunicación se complementan y refuerzan mutuamente: mientras los primeros poseen el control de los recursos de capital, los segundos poseen el control de los recursos informativos y comunicativos. Y el estudio de casos concretos pone en evidencia que estos últimos no son utilizados, frente a la gran banca, y pese a lo que afirma la teoría liberal, para aumentar la transparencia democrática”, asegura la doctora en periodismo y especialista en criminalidad financiera Nuria Almirón, en su trabajo La convergencia de intereses entre banca y grupos de comunicación: el caso de Santander Central Hispano y Prisa. Esa convergencia se ha vuelto un pilar de la política de austeridad, defendida por el capital financiero, y que arrastra a la miseria a la población.

El Consejo de Europa advirtió la semana pasada que el salario mínimo español no es “suficiente para proporcionarles a los trabajadores y sus familias un nivel de vida decoroso”. Según datos de la Agencia Tributaria de España, un tercio de los trabajadores españoles ni siquiera alcanza ese salario mínimo (650 euros), y casi la mitad no gana más de 1.000 euros por mes. En un ejemplo de compromiso con la suerte de las mayorías, Alfredo Sáenz, el indultado del Santander, percibió en 2012 un salario mensual promedio de apenas 966 mil euros, 8,6 por ciento menos que el año anterior (El Confidencial, 29-II-12).

La reacción popular contra los privilegios de la banca empuja el ascenso del partido antiausteridad Podemos –27 por ciento de las adhesiones según la última encuesta, véase informe de Daniel Gatti en Brecha 23-I-15– y demanda fuertes gravámenes a los bancos. Haciendo gala de su pluralidad de enfoques, la gran prensa advierte del peligro a sus lectores. Mientras el progresista El País insiste con titulares del tipo “El Bundesbank dice que las propuestas de Podemos amenazan la economía”, el conservador ABC prefiere jugar más fuerte, y el mes pasado, ante la inminente victoria del izquierdista Syriza en tierras helenas, tituló: “Temor en Europa a que el populismo antisistema gobierne Grecia”. Casualmente, el día después de imprimir a toda portada la publicidad de las becas del Santander, La Razón también destacó el triunfo de Syriza: “El efecto del Podemos griego: una fuga de capitales sin precedentes”.

En año electoral, muchos se preguntan qué papel jugarán los grandes medios de prensa en caso de un triunfo antiausteridad en España. El 28 de enero pareció adelantar una respuesta. Por lo pronto, el Santander les recordó a todos quién decide las portadas.

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