Una cuña de lo privado en lo público - Semanario Brecha

Una cuña de lo privado en lo público

La ONG selecciona alumnos de liceos públicos a los que brinda apoyo para culminar el ciclo básico y exhibe resultados de aprobación de curso por encima de la media. Los docentes afirman que, en procura de asegurarse el éxito, la selección privilegia a los alumnos con mejor rendimiento y mayor apoyo familiar, y descarta a los más vulnerables. Dicen que no promueve la igualdad, tiene un enfoque “marcadamente empresarial”, y su dinámica se distancia de lo que sucede en los liceos. Se financia con aportes de empresas y su fundador pertenece a la familia dueña de uno de los ingenios azucareros más grandes de Argentina, implicada en delitos de la dictadura.

Educación por Ombú.

Bajo el título “El negocio de la pobreza: Un fraude con apoyo institucional”, el núcleo sindical del liceo número 13 de Montevideo cuestiona, a través de un informe,1 el trabajo de la Ong Cimientos y sus métodos para obtener fondos de las empresas que la apoyan y el respaldo de las autoridades competentes.

Cimientos está actualmente trabajando en los liceos 13 del Hipódromo, 22 de La Teja y 52 de Villa García. Se presenta como una organización sin fines de lucro cuyo fin es “promover la igualdad de oportunidades en las poblaciones más vulnerables procurando que puedan egresar del ciclo básico”. El apoyo básico que reciben los estudiantes seleccionados es una beca de 1.000 pesos por mes, de marzo a diciembre, para boletos, comida y ropa; un acompañamiento de “tutorías no académicas”, encuentros grupales y salidas didácticas.

Según dijo Celsa Puente a este semanario (véase entrevista), los directores de los liceos donde la Ong actúa están muy conformes con los resultados. Sin embargo, desde el ámbito docente se le realizan varios cuestionamientos: desde el sistema de selección de los becarios a los resultados que presentan como exitosos, desde el planteo ideológico implícito en la propuesta a la autonomía con que se mueven dentro de las instituciones públicas.

Por su parte, Isabel Jaureguy, consejera de Secundaria electa por los docentes, dijo a Brecha que recién están recogiendo información y hasta no tener más datos no se atreve a opinar. Sin embargo, explicó que “si todo lo que se denuncia en el informe del 13 es correcto, y todo indica que sí, puede haber algunos defasajes. Creo que aunque sea por modos indirectos, hay dinero de por medio y es complicado”. Refiriéndose al dato de que los becarios son seleccionados por la Ong sin tener en cuenta al cuerpo docente, la consejera valoró que: “Eso no debería pasar. Pero tal vez alguien los autorizó”. 

LOS ELEGIDOS. Vayamos por partes. Lo primero que les llamó la atención a los docentes del liceo 13 apenas Cimientos comenzó a trabajar en la institución fue “que la selección de los estudiantes que participan del proyecto la realiza la propia Ong” sin tener en cuenta al cuerpo docente que es quien más conoce las necesidades y aptitudes  de los alumnos. Ya en la primera coordinación del año “algunos profesores estaban preocupados porque los estudiantes repetidores no eran siquiera considerados para la selección” y nació “el temor a que los estudiantes seleccionados no fueran los que realmente necesitaran más apoyo”. Pero lo que más generó suspicacia fue ver “a través de los medios de prensa, los mecanismos utilizados por Cimientos para promocionarse y recaudar fondos”. La directora ejecutiva de esta organización, Valeria Píriz comparó en un programa de radio los resultados de promoción obtenidos por el grupo de estudiantes seleccionados en los años 2015 y 2016 (que obtuvieron un 94 y un 86 por ciento respectivamente), con el promedio del departamento de Montevideo (64 por ciento). Según evalúan los docentes, esos buenos resultados tienen más que ver con los criterios de selección de los alumnos que con la intervención que realiza la Ong. “Seleccionan un grupo de éxito (que les asegure seguir recibiendo el dinero que los financia) y no a quienes más necesitan ayuda dentro de la institución”, señalan.

Dice el informe: “La selección de estudiantes no tiene por qué hacerse directamente a través de sus notas, basta con asegurar otros factores, como la condición sine qua non explicitada por la Ong: para ser seleccionados los estudiantes deben tener una familia comprometida que asista a las entrevistas. Es sabido que los estudiantes que ‘tienen una familia atrás’ son los que tienen menos dificultades, y no suelen desvincularse o repetir”.

Otro aspecto que llamó la atención de los docentes está referido a la nota de promoción con la que los seleccionados pasan de la escuela al liceo. Si bien en una entrevista que mantuvieron algunos miembros de la mesa de la Asamblea Técnico Docente (Atd) liceal con Píriz, ésta explicó que la nota de promoción de Primaria no es tenida en cuenta para la selección, según datos que obtuvieron los profesores: “La mayoría de los estudiantes seleccionados ingresa a la institución liceal con notas de promoción que son matices del sobresaliente. Los que han sido promovidos con notas equivalentes al 9, 10, 11 y 12 suman el 82 por ciento”. Pero además, dice el informe, “el 97 por ciento de los estudiantes seleccionados no tiene historial de repetición en la escuela”.

LOS RESULTADOS. La dirección del liceo 13 esgrimió los “resultados obtenidos por Cimientos en otras instituciones” como determinantes a la hora de decidir trabajar con la organización. Pero el argumento no convenció a los profesores: “En nuestra institución durante dos años se realizó un control de los porcentajes de promoción obtenidos por estudiantes que tenían hasta 25 faltas. Se observaron resultados muy similares a los ostentados por la Ong con sólo discriminar la variable asistencia”. El dato es que “si discriminamos sólo por asistencia, sin excluir a los estudiantes repetidores, ni a aquellos cuyas notas de promoción no son destacadas, ni a los que no cuentan con una familia que los apoye o que pueda asistir a entrevistas se observa una promoción de 84 por ciento. No cuesta mucho imaginar que seleccionando estudiantes que cumplan con todos estos requisitos estaríamos cercanos al 100 por ciento de promoción sin que se realice ninguna intervención particular sobre esta población”.

Cuentan los profesores que habían consultado a la Ong sobre qué pasaba si un estudiante becado traía en el boletín 3 o 4 materias bajas, si le retiran la beca o la suspenden. Desde Cimientos respondieron que no, que hasta el momento no había pasado. Sin embargo, en un encuentro que tuvieron docentes del liceo 13 este martes con algunos padres de alumnos becados, una madre confirmó que sí había pasado y que a su hija le retiraron el apoyo económico por tener 4 materias bajas. Le avisaron a la madre que le suspendían la beca porque “no puede tener tantas notas bajas”. Según el relato de una docente que participó de la reunión, la madre explicó que la niña estuvo enferma y dio otros argumentos, prometiendo que en el futuro tendría las notas altas porque es una niña sobresaliente. Pero le dijeron que no, que hasta que no suba las notas no se le repone la beca. “Desde el punto de vista pedagógico es lo peor que se le puede hacer a un alumno, sabiendo que es un alumno responsable, si bajó su rendimiento, más que darle para abajo hay que apuntalarlo”, opinó la profesora.

LOS PRINCIPIOS. Desde el punto de vista de los principios de la educación pública, docentes del liceo 22 consultados por Brecha opinaron que el modelo de la Ong “no está en línea con lo que hacemos en los liceos públicos. No promueven la igualdad. Es un emprendimiento privado metido en un ámbito público. Tienen dinámicas que no tienen nada que ver con lo que hacemos cotidianamente. Lo ideológico es muy marcado. Están todo el tiempo hablando de empresas y empresarios, los vienen a buscar en unos autos súper lujosos, les regalan cosas. Y claro, todo es para los seleccionados, para el resto del liceo no hay nada”.

¿Y en qué sentido lo ideológico está tan marcado? “Los valores que imponen en lo educativo no tienen nada que ver con la educación pública. Están formando la mentalidad para un tipo de trabajo y para un tipo de sociedad o un mundo que no nos parece lo mejor. Que no es la que muchos docentes queremos. Introducen la idea de la enseñanza por habilidades emocionales. Ellos entran a través de la ley de donaciones especiales (de hecho para conseguir el apoyo de las empresas les anuncian en su página web que de realizar donaciones ‘la exoneración tributaria para la empresa será del 81,25 por ciento’). Nosotros creemos que ese acompañamiento debería ser público. Y esas empresas lo que tendrían que hacer es pagar sus impuestos y que sean las instituciones públicas las que decidan en qué se necesita. No tiene que venir una empresa a decir lo que necesitan estudiar”, explicaron los docentes. En la misma dirección se expresa el informe del 13: “Dicho claramente es el Estado quien financia este 81,25 por ciento a través de la renuncia fiscal, quedando estos fondos públicos en manos de privados, en este caso la Ong Cimientos”.

Para una de las docentes que elaboró el mencionado informe, es el discurso de lo privado metido como una cuña dentro de las instituciones públicas. “Nunca fue consultado con los docentes. No estamos de acuerdo con la selección que hacen. Hay Ong que no ocultan la intención de becar a los mejores estudiantes y darles competencias socioemocionales, formación temprana para adecuarse al empleo. No estamos en contra de la formación laboral, pero no a nivel de primer año liceal.”

  1. Los datos que figuran en el informe, según explican los docentes, fueron proporcionados por la propia Ong Cimientos, la dirección del liceo número 13 y la inspectora de Institutos y Liceos profesora Catalina Videla durante entrevistas realizadas por la Atd liceal, el núcleo sindical y en las coordinaciones generales de los días 1º de abril, 29 de abril y 20 de mayo del 2017.
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Los nombres detrás de la Ong

Los cimientos de Cimientos

“Cimientos es una organización de la sociedad civil que diseña e implementa programas educativos con la misión de promover la igualdad de oportunidades en las poblaciones más vulnerables y contribuir con la calidad educativa. Nuestros programas se implementan en la Argentina y son replicados en alianza con otras organizaciones en Uruguay y Colombia. Trabajamos desde la educación para el desarrollo de sociedades más justas y equitativas”, así define sus cometidos esta fundación que nació en Argentina en 1997 y trabaja en Uruguay desde el año 2012. De este lado del río, según cuentan ellos mismos en su sitio web, “acompaña a jóvenes de entre 12 y 15 años y a sus familias en situación de vulnerabilidad social, para que puedan terminar el ciclo básico liceal y proyectar su futuro con más y mejores oportunidades”. Más allá de los explícitos buenos propósitos, no está de más echar una mirada sobre quiénes son los referentes de esta Ong internacional.

Quien figura como presidente de Cimientos Uruguay es un sobrino de Eduardo Eurnekián, uno de los empresarios más ricos de Argentina. El ingeniero Martín Eurnekian, es director de Corporación América, presidente del Grupo Aeropuertos Argentina 2000 y presidente del Consejo Internacional de Aeropuertos de América Latina y el Caribe. Previo a su ingreso en la Corporación América, trabajó en las oficinas de Citibank y Morgan Stanley en Nueva York. La corporación figura entre los mayores operadores aeroportuarios del mundo, con más de 50 aeropuertos en Latinoamérica y Europa (obtuvo la concesión del aeropuerto de Laguna del Sauce y del Aeropuerto Internacional de Carrasco). El Consejo de Administración de Cimientos está integrado en su totalidad por miembros de Corporación América. Cimientos presenta como aliados estratégicos a: Aeropuerto de Carrasco, Terminal de Cargas Uruguaya, Duty Free Shop, Global Exchange, Club de Golf del Uruguay, Rara Avis, Red Pagos, Estudio Slinger, Fundación Hsbc Uruguay, ReachingU y el Hipódromo de Maroñas (Hípica Rioplatense) entre otros. Muchas de estas empresas utilizan a Cimientos para llevar adelante sus programas de Responsabilidad Social Empresarial.

En Argentina, la Fundación Cimientos cumplió 20 años en marzo. Su presidente y fundador es Miguel Blaquier, su familia es dueña de uno de los ingenios azucareros más grandes de Argentina, el Ingenio Ledesma. En la actualidad, Miguel Blaquier figura como socio de un estudio de abogados llamado Nicholson y Cano. Antes estuvo a cargo de los asuntos legales y regulatorios de diversas empresas como Ledesma, Destilería Argentina de Petróleo SA y Parafina del Plata SA. Su tío Carlos Pedro Blaquier, que era el presidente del Ingenio Ledesma fue condenado por delitos vinculados a la dictadura en 2012. En 2015 el “Informe de Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad”, del Ministerio de Justicia de Argentina consignó la implicancia y la colaboración de Blaquier (el tío) en la dictadura de ese país. Se confirmó que durante un episodio de represión conocido como “Apagón de Ledesma” (julio de 1976), las fuerzas represivas utilizaron vehícu­los y galpones del ingenio para trasladar, retener, torturar y desaparecer a más de treinta personas. El estudio Nicholson y Cano, además de patrocinar a Carlos Pedro Blaquier, también atiende otras causas de grandes empresas (muchas de ellas implicadas en la colaboración con la última dictadura argentina). Los socios que aparecen en la página web de Cimientos Argentina son: Coca Cola, Ford, Global News, Hsbc, Citi, Ledesma, Mercedes Benz, Rsa, Pan America Energy, entre otras.

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Con la directora general de Secundaria, Celsa Puente

“No recibimos ningún informe en contra”

¿Cuál es la relación de Secundaria con la Ong Cimientos?

—Cimientos tiene un convenio legal con Secundaria desde el año 2015, válido por tres años. Viene atado al Ministerio de Educación y Cultura (Mec). Ellos le plantearon al Mec sus deseos de ayudar para facilitar la permanencia de los jóvenes dentro del sistema educativo. El Mec lo deriva a Secundaria y hace que en el año 2015 se firme el acuerdo. Le preguntaron a Secundaria qué liceo le parecería más adecuado para una experiencia piloto. Ellos propusieron algunos y se llega a la conclusión de que el 22 es el liceo donde podrían iniciar. El 22 ha tenido varias direcciones y todas han estado muy de acuerdo con este trabajo. Luego se amplió al liceo 52 y allí también tuvieron un desempeño bueno. Yo fui incluso con la directora de educación del Mec, Rosita Angelo, a un evento a fines del año pasado, donde los equipos directivos presentaron el buen desempeño de Cimientos en el acompañamiento de algunos jóvenes.

Los docentes del liceo 13 sin embargo han denunciado una suerte de fraude. Por un lado dicen que los alumnos que reciben el beneficio no siempre son los que más necesitan. Pero además que Cimientos se promociona mostrando buenos resultados con alumnos que de todas formas tendrían esos buenos resultados…

—Te quiero decir claramente que no tengo nada que ver con Cimientos. Pero también te quiero decir que me llama la atención que Cimientos haya trabajado en el liceo 22 y en el 52, y justo explota esto cuando empieza a hacerlo en el 13. Yo lo viví como protagonista, no me lo contaron, cuando el director del liceo 22 hacía el planteo en forma pública sobre los beneficios sustanciosos que las tutorías le otorgaban a ese conjunto de jóvenes. Y también tengo entendido que Cimientos hace una apertura de aspiraciones, que después cruza con las becas del Mec.

¿Qué quiere decir con que justo explotó cuando empezó el trabajo en el 13?

—Te lo comento como un rasgo que me parece que es interesante que observes. Hacerse la pregunta de por qué si esta institución está trabajando en dos liceos, en el 22 formalmente desde 2015 y en el 52 desde el año pasado, y cuando empieza en el 13 es que surge esta cuestión. Capaz que está bien que surja. Que tiene que surgir porque hay que hacer un análisis de otro tipo. Nosotros lo que hemos hecho internamente es una revisión de la documentación y nuestra directora de seguimiento presupuestal va a hacer un informe que está en plena confección.

Según tengo entendido los mismos cuestionamientos fueron planteados por Fenapes en la bipartita y quedaron en dar una respuesta mañana… ¿Es correcto?

—No se planteó explícitamente. Formalmente no se planteó.

Volviendo a Cimientos, ¿usted dice que para las autoridades de Secundaria y para las direcciones de los liceos donde trabaja la Ong es satisfactorio su desempeño y en ese entendido lo promueven?

—Nosotros no recibimos ningún informe en contra. Las señales que he tenido son buenas. Las acciones que ellos desempeñan son de una tutoría integral, que me parece que intenta sostener a los chiquilines dentro del sistema.

¿Y no resulta contradictoria la idea de elegir a los mejores con el planteo de apoyar a los más vulnerables?

—A mí no me consta que eso sea así. No chequeé la información del núcleo sindical. Pero no tengo esa certeza rotunda.

Esta Ong ha sido también cuestionada en Argentina tanto por el origen de algunos de sus referentes como por el planteo ideológico que pregonan. ¿No han valorado esos aspectos?

—Eso no lo sé. Llegaron a nosotros a través del Mec, repito. Desde el Mec sugieren que trabajen en Secundaria por el tipo de propuesta.

Y más allá de que vengan con una recomendación del Mec, ¿Secundaria no estudia a qué tipo de Ong le abre la puerta?

—Secundaria recibió lo que el Mec le propuso y establece unas condiciones de funcionamiento. Yo no creo que hayamos puesto en riesgo a los chiquilines. E insisto en que los registros que hemos recibido de parte de los directores han sido buenos. Han sido beneficiosos para las dos comunidades educativas donde se desarrolló…

Sin embargo algunos profesores del liceo 22 cuestionan el modelo de trabajo casi de espaldas al cuerpo docente, dicen que generan diferencias entre los alumnos, que los sacan de clase para actividades extracurriculares, que tienen ciertos privilegios frente al resto de los alumnos y que no necesariamente son los alumnos que más precisan ayuda…

—Son todas preguntas que hay que hacerse. Que está bueno hacerse. Hasta ahora ha habido un modo de funcionar que es de apertura por parte de Secundaria. Pero si realmente hay una forma de actuar que contraviene algunos principios que todos los que estamos en la educación pública tenemos claros, hay tiempo de corregir. Pero también hay que ser cuidadoso en las aseveraciones porque no se puede vivir de meras intuiciones.

Pero el informe de los docentes del liceo 13 es muy claro y dice de dónde saca los datos que maneja…

—A nosotros no nos condena haber firmado un convenio, sobre todo en este caso que es un convenio que ya está caducando en marzo del año que viene. Veremos si se renueva o no, qué cosas se hacen o no. Me gustaría igualmente que las acciones sean de carácter profesional, no dejarse llevar por pasiones. Yo tengo que velar por eso. Igual me llama la atención este planteo porque todo lo que recibí sobre esta Ong en los años anteriores ha sido bueno y de personas que me consta están comprometidas con los liceos, que tienen compromisos fuertes de carácter ideológico y los vi exponer a favor de este desarrollo institucional.

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