Buen sonido y buenas intenciones - Semanario Brecha

Buen sonido y buenas intenciones

"Vos" de Juan Darién Banda. Edita Ayuí, 2017.

Vos.

Juan Darién Banda existe desde el verano de 2008. De acuerdo a las declaraciones hechas a la prensa por sus dos músicos líderes, Paul Silva y Leo Gazo, se trata de un intento de procesar influencias muy diversas que fueron recogiendo a lo largo de su formación; inicialmente de Led Zeppelin, Pink Floyd, The Beatles, Deep Purple o Serú Girán, y luego de nombres de peso de la música uruguaya, como Eduardo Mateo, Ruben Rada, Jaime Roos o Fernando Cabrera. Asimismo han asegurado que se sienten inspirados por un espectro rítmico igualmente amplio, que abarca desde el rock hasta el tango, pasando por la chacarera, la milonga y la murga.

Curiosamente, al escuchar su álbum debut, Vos, muy poco de todo eso aparece con claridad.

La banda tiene muy buenas intenciones, hay preciosas ideas en varias de las canciones, los dos cantantes principales cantan bien armonizando sus voces, y el resto de los instrumentos –acordéon, bajo, flauta, batería y percusión entre otros– hace un interesante aporte. Pero de las influencias declaradas apenas se advierte mucho de los Beatles y bastante del Charly García de la época de Serú Girán. Y en cuanto a la amplitud en el espectro rítmico, tampoco es dable advertir la presencia de otra cosa que no sea el pop y el rock. Al menos no en este primer disco, que es realmente muy auspicioso; editado por el sello Ayuí, fue presentado oficialmente el pasado 9 de junio en El Chamuyo (ex Espacio Guambia) y ha recibido buena difusión radial.

Es preciso decir que “Juan Darién” no refiere al músico de tango Juan D’Arienzo, como sí ocurre con la banda Proyecto Caníbal Troilo, sino que, como muchos recordarán, es el nombre de un entrañable personaje que protagoniza un precioso cuento del gran Horacio Quiroga; un tigre que se viste de hombre y hasta va a la escuela a estudiar.

La totalidad de los temas están compuestos por sus dos vocalistas principales y guitarristas, Paul Silva y Leo Gazo, quienes escriben interesantes letras y en algunos casos melodías muy inteligentemente hilvanadas. Es, como se dijo líneas arriba, muy interesante el modo en que cantan con sus voces armonizadas, un recurso que en el rock uruguayo parece haber quedado atrás hace muchos años.

La banda suena muy bien y a la vez inteligentemente contenida, sin apelar a ningún virtuosismo que esté de más: se ciñen a arreglos muy sobrios y siempre en función de apuntalar la canción de que se trate.

Si algo queda en el debe es lo desparejo de la propuesta. A tres o cuatro preciosas canciones se suman otras que parecen todas cortadas con una misma tijera y que abusan de las melodías “con cierto sufrimiento”, intentando seguramente esquivar los lugares comunes de las melodías habituales en el rock, pero sin lograr un producto seductor.

De todas formas es preciso señalar puntos realmente muy altos, como “Nevermind”, un tema absolutamente beatle; “Más, más, más”, otro precioso tema pop con un arreglo muy bien pensado donde no faltan las largas notas de la guitarra eléctrica con slide; y “Yo conozco tu silencio”, otra canción típicamente pop-rock. También se destacan dos preciosas baladas, como “Volviendo a casa” y “Vos sabés quién soy”.

Salvedades de lado, no queda la más mínima duda de que se trata de un grupo más que atendible, dados los numerosos aciertos, canciones maduras y bien construidas, como las anteriormente citadas, que este disco debut registra. A tener muy en cuenta, entonces, a Juan Darién Banda.

 

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