La vieja dama indigna - Semanario Brecha
Edición 1395 Suscriptores

La vieja dama indigna

Cuando Julian Assange ingresó al edificio de ladrillo rojo en el que funciona la embajada de Ecuador en Londres, al atardecer del 19 de junio pasado para pedir asilo político al gobierno de Rafael Correa, comenzaba un conflicto político-diplomático que con el paso del tiempo fue creciendo. El fundador de Wikileaks estaba obligado a presentarse todos los días en una comisaría y a pasar la noche en casa de un amigo en la que había fijado residencia. El hombre se encontraba en libertad provisional en espera de su extradición, ya concedida por la justicia inglesa, a Suecia, que lo reclamaba para juzgarlo por una denuncia de violación que habría sido cometida dos años atrás, en 2010, cuando el australiano había dado una serie de conferencias en Estocolmo. Pero Assange negaba haber violado a na...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2005 Suscriptores
Los asentamientos en el último año de la administración de Lacalle

Lejos del cero

Edición 2005 Suscriptores
A pesar de los planes, la cuenca del Santa Lucía sigue en estado crítico

Como agua entre los dedos

Edición 2005 Suscriptores
Auge y caída del promotor de barrios privados Juan Balsa

Problemas de flotación

Edición 2005 Suscriptores
El Ministerio del Interior admite irregularidades policiales en los casos de Aguiar y Penadés

Contra las cuerdas

Edición 2005 Suscriptores
Con el exdirector de la Policía Nacional Mario Layera

«Volvimos al pasado»