Emocionante incluso habiendo sido enunciado desde el centro del poder estatal-patriarcal, el discurso feminista de su toma de posesión, que presentó su llegada como un logro colectivo para todas las mujeres, colaboró a fortalecerle un perfil propio, separado de la influencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, la continuadora del progresismo mexicano carga con una herencia menos visible, bautizada como pax obradorista por el historiador y politólogo Massimo Modonesi, quien llama así al proceso de contención del conflicto social que caracterizó al período de su predecesor.
«Somos pocos los que valoramos al conflicto social como un productor de sociedad y de subjetividad política de las clases subalternas, pero no habría que descubrirlo demasiado tarde a este punto», responde...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate