Publicado y reeditado cuatro veces en un lapso de cuatro años –en el número 68 de la revista Sur (1940), en la Antología de la literatura fantástica (1940), en El jardín de los senderos que se bifurcan (1941) y luego como parte de Ficciones (1944)–, el cuento «Tlön, Uqbar, Orbis Tertius» despertó en sus lectores iniciales la misma mezcla de fascinación y extrañeza que sigue deparando su lectura ocho décadas más tarde. Y no solo cuando Jorge Luis Borges se ha constituido desde hace mucho tiempo en un nombre insoslayable de esa entelequia conocida como «literatura universal», sino cuando muchos de los presupuestos, las ideas, los motivos y los alumbramientos de la pieza han sido absorbidos, metamorfoseados y hasta vilmente plagiados por innúmeros artistas tras su publicación. Paralelame...
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