En 1936, cuando se promulgó la llamada ley del psicópata, la atención en salud mental se centraba en una mirada exclusivamente médica, en establecimientos psiquiátricos asilares cuyas características son por demás conocidas. En Uruguay, el término desmanicomialización, asociado a una crítica a esta versión arcaica de la salud mental, recién comenzó a popularizarse en 2012, en el marco de la actividad de la Asamblea Instituyente por Salud Mental, Desmanicomialización y Vida Digna, integrada por usuarios de la salud mental, familiares y organizaciones sociales. La crítica se hizo tan elocuente que en 2017 se alcanzó el hito de la aprobación de la Ley de Salud Mental (19.529). Y el paradigma cambió. La ley se aprobó por unanimidad en el Parlamento, aunque con algunas críticas de la sociedad c...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate