En la historia uruguaya la palabra negociado aparece bien temprano. Uno de los más célebres ocurrió al intentar resolver el caos monetario existente en el Estado Oriental cuando este apenas estaba naciendo, pues en la nueva entidad política coexistían las monedas de las distintas entidades políticas a las que había pertenecido.
Persistía el sistema español, el del doblón de oro y los patacones de plata o pesos fuertes, unidades que valían por el precio de los metales que las componían. La dominación cisplatina trajo su unidad, el mil réis, que denominaba los billetes y su cambio chico, en monedas de cobre. Los años en que la provincia permaneció asociada a las del Río de la Plata trajeron el peso porteño, materializado también en papel o cobre, también de un valor real atado a la fortaleza...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate