Con el objetivo político de manipular a la población sexualmente diversa, se hace cada vez más frecuente a nivel global que empresas e instituciones pongan banderas del orgullo en sus edificios, realicen acciones, patrocinen, usen símbolos o repliquen consignas por la diversidad, pero sin impulsar medidas de verdadera transformación, garantizar derechos laborales a las personas LGBTIQ+ ni llevar a cabo acciones educativas profundas en la sociedad.
El pinkwashing es una de las maneras en que el capitalismo y el imperialismo se montaron en el carro de la posmodernidad, tratando de cooptar e integrar a sus lógicas neoliberales y neocoloniales a grupos sociales y movimientos identificados tradicionalmente con luchas que en el fondo les resultan ajenas y contrarias. La homosexualidad deja de se...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate


