En una población altamente alcohólica como la uruguaya la resaca o hangover (como se popularizó en las generaciones más jóvenes luego del éxito de la película The Hangover, estrenada en 2009) está entre los ítems que conforman los procesos de crecimiento. Y así como cada uruguayo debe tener una anécdota de borrachera, inmediatamente lo debe de perseguir la mala sensación de la mañana siguiente. Miles de inventos caseros tratan de evitar la resaca, pero hasta el momento ninguno probó su eficacia absoluta. Según los sitios web especializados en el tema, “cada borrachera es distinta a la otra” y “cada metabolismo tiene una reacción diferente”.
Las clases de marketing aseguran que una de las claves de un buen negocio es ver la oportunidad y aprovecharla. Y así fue como la empresa uruguaya Serrana, luego de comprobar la necesidad que tienen los uruguayos de una salida elegante para las borracheras, compró la patente de un jarabe brasileño y colocó en el mercado el producto Out Alcohol, que promete en su eslogan “No more Hangover”. Un llamativo empaque, promotoras para los locales bailables, campañas de verano en las costas de Rocha… y logró que hoy en varios supermercados, quioscos y estaciones de servicios de Montevideo, Maldonado y Canelones este producto esté en las góndolas. Según el responsable de un comercio próximo a los locales bailables del Buceo, “el producto tiene bastante aceptación en los jóvenes, sobre todo durante los fines de semana, sale 50 pesos, y de última promete un despertar más reconfortante”.
Productos como este son populares en Europa y Estados Unidos, y en general se formulan a partir de extractos de cereales o píldoras a base de carbón. En China, por ejemplo, ciertas investigaciones llegaron a la conclusión de que algunas bebidas, como el té de hierbas, ralentizan la síntesis del alcohol, mientras que algunos refrescos de limón estimulan el proceso, mitigando así el malestar.
Las indicaciones impresas en el envase de Out Alcohol recomiendan tomarse una botella del jarabe antes de la primera bebida alcohólica, y luego, “para máxima protección”, otra más después del último trago (¡gran negocio!). Sus ingredientes no son nada fuera de lo común: agua, azúcar, jugo concentrado de limón, jarabe de alta fructosa, benzoato, colorante y caramelo. Si no trajera la explicación en el envase se podría decir que es una botella de 60 mililitros de jugo de limón.
La eficacia del producto no está probada y no es posible fiarse de su resultado. Así parece entenderlo también el empresario Tabaré Burgueño en declaraciones al diario El País: “El efecto de eliminar del todo el alcohol en sangre se da cuando hablamos de alguien que tomó tres copas de vino o dos medidas de whisky. Si uno se toma ocho, entonces le va a bajar el porcentaje de alcohol, pero nunca a un nivel cero”.