Los españoles en nuestro país son el 1,84 por ciento de la población total uruguaya, el porcentaje más alto del mundo. “Este indicador, el incremento de esa inmigración durante los últimos tres años, y sus necesidades de información para insertarse en el nuevo país sugirieron iniciar esta investigación”1, señala el trabajo en sus fundamentos. El estudio se centró en personas de 25 a 45 años de edad, nacidas en España, que llegaron para vivir en Uruguay luego del comienzo de la crisis europea y que además fueran usuarios de nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Si bien la investigación aún no ha llegado a conclusiones definitivas, se pueden inferir algunas tendencias a partir de las encuestas, estadísticas y de los tres grupos de discusión que ya se han realizado con españoles en nuestro país.
PREGUNTADOS. 59 jóvenes españoles fueron consultados en una encuesta online para esta investigación. Los dos motivos más mencionados respecto a por qué salir de España son el hecho de tener pareja uruguaya –algunos especialistas sostienen que el amor es uno de los motores de migración más importantes–, y la búsqueda de un trabajo que se adecuara a sus niveles de estudio de alta calificación (véase recuadro “En números”).
Casi todos se quedaron a vivir en Montevideo y eligieron los barrios de la clase media-alta. En su mayoría alquilan, y los recién llegados han vivido hasta en dos o tres lugares distintos. Fuera de la capital, señala la encuesta, eligen la Ciudad de la Costa o Rocha.
De los jóvenes consultados, más de la mitad encontró trabajo rápidamente: son en su mayoría periodistas, arquitectos, trabajadores sociales, profesionales de la comunicación o especialistas en el ambiente. Los que no trabajan se dedican al estudio, al cuidado de la casa o todavía no han encontrado un empleo que se ajuste a su perfil profesional. En cuanto a los ingresos, ganan entre 500 y mil dólares al mes, muy por debajo de lo que cobrarían en España por el mismo trabajo.
Algunas de nuestras costumbres les sorprenden más que otras: tomar mate todo el día y en cualquier lugar, las gigantescas cantidades de carne de nuestra dieta diaria, o aplaudir las puestas de sol en la playa.
“URUGUASHO” MACANUDO. Los mismos encuestados destacan nuestra amabilidad, pero también critican “la lentitud de los uruguayos, así como su falta de espíritu de emprendimiento y el coste elevado de vida”.
Uno de los encuestados más optimistas advierte a quienes decidan imitarlo “que no es fácil pero tampoco imposible” vivir aquí. Él ofrece su casa y ayuda para buscar trabajo, pero recomienda al eventual inmigrante “que se pegue un buen atracón de comida antes de venirse”.
Los inmigrantes subrayan que el país es caro. Hay empleo, sí, pero según explica uno de los encuestados, “no recomiendo a nadie venir sin un trabajo al menos apalabrado o, en su defecto, plata para subsistir como seis meses, más el boleto de vuelta. Hay que pensar que tener los papeles en Uruguay no es fácil. Venir acá sin papeles, laburo y plata es un suicidio”.
Con todo, los consultados coinciden en que “salir de España es síntoma de felicidad”, les dicen a los que estén pensando en emigrar que se quiten “las tonterías de que vienen a un país del Tercer Mundo” y subrayan que es necesario venir con perfil bajo, “pues es lo que los uruguayos aprecian”.
(IN) COMUNICADOS. Los mismos españoles residentes en nuestro país advierten que hay que hacerse de paciencia ante la administración, y en el mismo tono, uno de los resultados preliminares de la investigación es que las instituciones migratorias –tanto españolas como uruguayas– no están adecuadas ni al perfil ni a los grandes flujos de esta nueva migración.
“Les recomendaría a las administraciones que bajen a la tierra; el consulado y la embajada son micromundos, me parece que están en una estratosfera que no es la real”, opina Jacinta –29 años y cuatro en el país– en los grupos de discusión. Y agrega: “Me parece que el consulado entiende a la migración con aquel perfil ‘de gallego que vino hace 40 años’, que ya está establecido en el país. Nos mandan mails sobre el concierto a beneficio de los viejitos del Hogar Español, el cóctel del 12 de octubre…”.
Además de la crisis europea que los empuja a emigrar, esta indiferencia en la comunicación de las instituciones los hace sentirse aun más desplazados de su propio país: “Lo que he sentido es que realmente para ellos somos un desahogo; uno menos. Dicen que los jóvenes somos aventureros, que emigramos porque somos eso. Nos dan una palmadita en la espalda y ‘mucha suerte’”, opinó Agustín –arquitecto de 32 años con sólo cuatro meses en Uruguay– en otro de los focus group.
Por otra parte, el contacto constante de los emigrados con España ha sido posible a través de las nuevas Tic, gran elemento diferenciador entre las dos últimas oleadas de emigración hacia Uruguay: todos tienen teléfonos o computadoras con Internet, y por medio de las redes sociales, videoconferencias o la tevé online los españoles siguen en contacto permanente con la actualidad de su país, familiares y amigos que tan lejos han quedado.
1. La investigación “Españoles en Uruguay: estudio de los nuevos movimientos migratorios entre España y los países del Mercosur” es realizada por la Fundación Polo Mercosur, y financiada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España. Los integrantes del equipo de investigación: Fernando Lema, Emmanuelle Simon, Mauricio Nihil Olivera, María Julia Morales, Tania Ferreira. Más info en http://polomercosur.org/espanoles-en-uruguay-2/
[notice]En números
La población española residente en el extranjero llegó a 1.931.248 personas en el año 2012, de las cuales 65.500 residen en Uruguay, según el último Padrón de Residentes en el Extranjero publicado por el Ine de España.
Uruguay es el cuarto destino sudamericano para los españoles (en términos absolutos, luego de Argentina, Brasil y Venezuela), y sólo en 2012 llegaron para quedarse 2.445 personas.
La otra fuente consultada en la investigación –el censo uruguayo de 2011– indica que en Uruguay hay 1.478 personas nacidas en España que ingresaron a partir del año 2008.
De ellas, 202 están siendo consideradas en el estudio: 25 jóvenes que llegaron en ese año, 49 en 2009, 50 arribadas en 2010, y otros 78 que vinieron en 2011.
Del total de estas personas casi la mitad ha alcanzado un nivel educativo universitario o similar, a lo que se suma un 2,5 por ciento con magisterio o profesorado cursado; 6,9 por ciento tiene un nivel terciario no universitario, 8,3 por ciento un nivel de enseñanza técnica o formación profesional, y con posgrados o diplomas un 8,8 por ciento. Es decir, totalizando las personas con formación técnica profesional, universitaria o similar, el 74 por ciento tiene altos niveles de estudio, incluso entre ellos hay algunos con posgrados.
[/notice] [notice]
Marea granate
El post “Nueve cosillas que tienen que saber antes de venir a Uruguay”, de Marea Granate Uruguay,1 agrega algunas recomendaciones al futuro viajero.
• “¿Qué es lo primero que tengo que saber antes de plantearme emigrar a Uruguay? Que es un país caro. Uruguay, ahora mismo, es probablemente el país más caro de América Latina. Un alquiler en Montevideo (un apartamento para dos personas, sin amueblar, no demasiado lejos del centro) anda entre 490 y 670 euros mensuales.”
• “Hay trabajo, al menos más que en España, con un sector público que saca convocatorias y un boom de la construcción que nos hace sentir algún escalofrío que otro. Pero el hecho de que haya trabajo no significa que sea fácil acceder a él. Dependerá de dos factores principales: tu perfil laboral y tu grado de inserción en el país.”
• ¿La gente te trata bien? ¿Hay racismo en Uruguay? Lo mejor de Uruguay es su gente (bueno, y la carne; bueno, y su selección cuando tiene el día inspirado). Todo el mundo tiene un familiar español –normalmente gallego– y les cuesta creer que vengas de España para acá. En general son amables y atentos. La ciudad, muy parecida en ciertos aspectos a Oporto, por ejemplo, hace que te sientas como en casa. Y por supuesto que hay racismo. En todos los sitios existe la ignorancia, y Uruguay no es una excepción. Aquí la xenofobia se dirige hacia otro tipo de inmigrante, el que viene de Perú o Bolivia. No está generalizada, ni mucho menos: nadie te va a mirar mal por ser inmigrante, y eso es mucho más de lo que pueden decir muchos emigrados en España, así que nos damos con un canto en los dientes y tomamos nota.”
1. Disponible en http://mareagranate.org. Marea Granate es un movimiento de españo-
les por el mundo agrupados bajo la consigna “No nos vamos, nos echan”.[/notice]