Mucho más que siete letras - Semanario Brecha

Mucho más que siete letras

Este sábado, un porcentaje reducido de la hinchada del Club Atlético Peñarol optará por sacar o no a la institución de la égida de la familia Damiani por primera vez en más de 20 años. Cuatro candidatos pugnan por quedarse con la presidencia del club en las primeras elecciones de la era pos “explosión del padrón social”.

Foto LEÓNIDAS MARTÍNEZ

Según consta en Tenfield.com, son 15.034 los socios habilitados para sufragar este sábado, sobre un total de 75 mil socios declarados por el club. Si asumimos que de los 3,4 millones que debemos de ser a esta altura, hay un millón y medio de cada equipo grande, 300 mil de los clubes chicos y 100 mil que te llaman por teléfono en el medio de un clásico, podemos afirmar que por cada cien hinchas mirasoles podrá votar sólo uno, y votará medio si se respetan los promedios históricos.1

O lo que es lo mismo: el 0,5 por ciento del universo carbonero será el encargado de optar por uno de los cuatro caminos propuestos. En términos porcentuales, más o menos como si en las elecciones nacionales sólo pudieran votar los seguidores del Peri.2

Son cuatro los candidatos a la presidencia, pero son unas cuantas más las listas. Resulta curioso analizar el origen de los números seleccionados, así como los eslóganes y hasta las canciones empleadas en cada caso. Analicemos propuesta a propuesta.

1. Damiani-Pereyra
Lema

El lema del oficialismo no podía ser más explícito: “La nueva gestión”. O lo que es lo mismo: “por ahí nos mandamos unas cuantas cagadas en el pasado, pero ahora lo vamos a hacer bien” (lo manejaron, pero pareció un poco largo, casi tanto como los títulos de las notas de Tenfield.com). Resulta curioso cómo, en su discurso, la fórmula parece desprenderse del pasado, pese a que Juan Pedro Damiani, además de presidir la institución desde 2008, antes ocupó el poco claro rol de “coordinador institucional” tras la muerte de su padre José Pedro, y antes aun el de secretario general.

Si a usted le parecía raro que Lacalle Pou se presentara como la renovación de nuestro paisaje electoral, le parecerá aun más extraño que Damiani se presente como una alternativa renovadora ante él mismo. Hasta la música que acompaña sus spots no es casual: se tomó a la versión “roqueada” del “Himno del campeón del siglo”, como para demostrar que Juan Pedro tiene el apoyo de las nuevas generaciones. Cosa curiosa, pues las generaciones que no tienen recuerdo del quinquenio deberían ser las más sedientas de cambio.

Hay otros dos lemas que apoyan a Damiani: el Pro Peñarol (encabezado por Sergio Perrone, versión oriental de Mauricio Macri) y Podemos más Peñarol, que para mi gusto es el mejor de todos dado su carácter polisémico. Me lo imagino, por ejemplo, inserto en un diálogo de la forma:
—Viejo, ¿qué hacemos hoy de tarde?
—Podemos más Peñarol (como queriendo decir “lo que sea”).
O de la forma:
—Vieja, ¿podemos comprar más?
—Podemos más Peñarol (como sinónimo de “las pindongas”).

Listas

La lista 10 es la oficialista por antonomasia, y basa su fortaleza en que Damiani padre construyó buena parte de su prestigio gracias a quien usó ese número entre 1993 y 1997: Pablo Javier Bengoechea. Claro está que durante el mandato de Damiani hijo lo usaron Valentierra, Martinuccio y el Japo Rodríguez, lo que podría sugerir una posibilidad de revisión.

Hay otras tres listas que se proponen mantener a Damiani en la presidencia: la 1987 (la de Podemos más…), en honor a la fecha en que los Damiani alcanzaron el poder para casi nunca haberlo abandonado; la lista 5 (de Perrone), que no sabemos si apela al quinquenio, al 5 a 0 del Clausura 2014 que ganó Wanderers o al número que usa Marcel Novick; y la 811, comandada por Alex Spinelli, y que apelando al clásico de los ocho contra 11 intenta robar el voto de algún seguidor distraído de Sendic.

Caballito de batalla
Diríamos que son tres. El principal, el estadio. Yo no sé qué fue primero, si las ganas de Damiani júnior de quedar en la historia carbonera por algo que no sea el fracaso deportivo, o las ganas de la hinchada oro y carbón de tener un estadio propio. No puedo demostrarlo, pero tiendo a suponer que si bien suena natural que un hincha prefiera tener un estadio que no tenerlo (hasta un hincha del Milan aceptaría de buena gana un estadio nuevo si Berlusconi se lo prometiera), la mayoría preferiría seguir concurriendo al Centenario, y acaso usar los 6 millones de dólares prestados por Tenfield para traer jugadores de menos de 38 años.

Otro caballo es el 5 a 0 clásico cosechado hace siete meses. Como si hubiese sido fruto de una gestión envidiable y no de una fatalidad deportiva, Damiani sacó a relucir ese resultado como diciendo “miren lo que podemos hacer cuando se hace lo que yo digo”. Pero Peñarol no sólo no ganó ese campeonato, sino que quedó fuera de la Libertadores y encima perdió el clásico siguiente (y mucho más reciente) de un modo inverosímil, por lo que las referencias a la histórica goleada disminuyeron.

Por último, el ansiado retorno de Diego Aguirre a la dirección técnica del equipo parece más segura con Damiani que con ningún otro, dada la amistad que los une.

2. Marcelo Areco-
Ricardo Rachetti
Lema

“Juntos por un nuevo Peñarol” fue la frase-fuerza escogida por la unión del Movimiento 28 de Setiembre con Renovación Aurinegra. ¿Qué nos dice? Algo así como “los dos queríamos ser presidentes, pero entendimos que si no nos uníamos ganaba otra vez Damiani”.

La canción elegida por el Movimiento 2809 es –¿cómo decirlo?– complicada. Si no fuera que su creador parece ser el mismo, bien podría tratarse de un plagio a la recordada marcha de José Carlos Domínguez (quien encima está alineado con Welker). Vea si no:

“Es Marcelo Areco, aurinegro de corazón.
Peñarol, campeón de nuevo.
Areco presidente, Peñarol va a salir campeón.
José Carlos, Peñarol.
Es Marcelo Areco, aurinegro de corazón.
Aurinegro de corazón.
Areco presidente, porque su vida es Peñarol.
Damos la vida por Peñarol”.

Listas
Además de la 2809, se presenta la lista 50, no en homenaje a la gesta de Maracaná (tradicionalmente ligada a Peñarol porque allí jugaban Máspoli, Obdulio, Schiaffino y Ghiggia), sino en explícita alusión al 5 a 0, lo que hace que pueda resultar complicado diferenciarla de la lista 5 de Perrone.

Caballito de batalla
A través de sus diversas comparecencias mediáticas, los integrantes de este sector han hecho hincapié en criticar la gestión de Damiani desde un punto de vista más administrativo que deportivo. Es decir, se critica que el balance se cierra de un modo poco claro, y no que se haya contratado al Tito Goncalves como técnico, y que se lo haya echado después de perder un clásico de verano que ya nadie recuerda más que por la generala que se armó.

No me queda ninguna duda de que la gente que puede llevar a Peñarol a un cambio de timón real está en este sector. Lo que no me queda claro es que a un socio fanático que piensa que va a tener un estadio para refregarle en la jeta a los bolsos, y que Damiani es un buen presidente porque puso mucha plata en el club y si no gana va a querer reclamarla, lo van a poder convencer de cambiar su voto mostrándole un balance no del todo cristalino.

Sin embargo, este movimiento presentó un estudio crítico del pasado reciente del club (reflejado en su página de Facebook) que arroja resultados interesantes. Por ejemplo, en estos últimos diez años Peñarol incorporó a 177 jugadores, que se tradujeron en apenas dos campeonatos uruguayos ganados (los mismos que Danubio, que debe haber incorporado 50 con suerte).

3. Edgar Welter-
Raúl Castro
Lema

El hoy vicepresidente y el director de Falta y Resto optaron por el nada críptico “Por un Peñarol democrático y ganador”. Cualquiera lee “no como el de Damiani, que no es ni una cosa ni la otra”.
Esta segunda vertiente de oposición representa, a mi juicio, la opción más “a lo Peñarol” de todas. Welker parece no “comerse ninguna” y va a trancar con Damiani con la plancha. A Castro no lo apodan “Tinta Brava” porque le guste hacer rimas graciosas en las quermeses. El Flaco va para adelante como loco, y aunque su agencia publicitaria por ahí tenga alguna batalla perdida (ha sabido ser responsable de la campaña publicitaria de Tenfield y de Asamblea Uruguay), nadie podría poner en duda su compromiso con la causa carbonera.

Lista

Welker encabeza la lista 12, cuyo origen seguramente apela “al jugador número 12”: la hinchada. Welker piensa en la tribuna y a ella se debe. Tiendo a suponer que si se restringiera el voto al segundo anillo de la Ámsterdam, ganaría Welker por destrozo. No en vano el lanzamiento de la fórmula se realizó en la mencionada tribuna

Caballito de batalla
A contrapelo del resto del universo, Welker se autoconsidera padre del proyecto del estadio. Afirma que se le ocurrió en 2005 (acaso viendo jugar a Pizzichillo) y que después lo llevaron adelante en conjunto con Juan Pedro. Incluso en uno de sus spots de campaña se muestra a algunos hinchas en el predio de Jacksonville, diciendo cosas tales como “sueño con ganar la sexta acá, en el único estadio Fifa del país” o “me imagino contra el alambrado de nuestro estadio, puteando a Estoyanoff porque pateó en lugar de tirar centro o tiró centro en lugar de patear, y me emociono”.

Otro punto fuerte está en el ítem refuerzos. De movida se habló del “Cebolla” Rodríguez y el “Mono” Pereira, motivando que a los pocos días Damiani saliera a prometer a Forlán (acaso los tres únicos jugadores del proyecto Tabárez no identificados ni lejanamente con Nacional).

4. Ignacio Ruglio-
Betingo Sanguinetti
Lema

Es –con diferencia– el sector con menor repercusión mediática, y acaso el único que no tiene esperanzas reales de alcanzar la presidencia. Su lema es “Unidos por Peñarol”, que se parece mucho al de Areco-Rachetti, y que nos lleva a inferir que “si no fuera por Peñarol, andaríamos a las piñas”.
Al ser una propuesta claramente alternativa, quizás se debió apelar a un lema más original. Del tipo “por el manya me la corto”, “la del carbonero” o “con Ruglio y Betingo, ganamos sábado y domingo”.

Lista
1891 fue el número escogido, que si bien podría remitir a los minutos que lleva Juan Manuel Olivera sin anotar, indudablemente refiere a la fecha de fundación del Curcc. Nueva falta de originalidad: remite al 28 de setiembre, es decir, al 28/09, disolviendo el carácter renovador de la fórmula. Incluso le antepusieron la palabra “Sentimiento”, que rima con “Movimiento”. Vamo’arriba, ¡esto es Peñarol!

Caballito de batalla
La presencia del temperamental Betingo hace de esta fórmula un espectáculo en sí misma. Lo invito a recorrer su tweet line (@Betingo60) para descubrir maravillas tales como:

“Hasta cuándo Lima?” (18 de octubre).
“Muy poco… Very little… Tres peu… Muito pouco… Troppo poco…” (18 de octubre).

“Increíble, era un partido para dominar con tranquilidad con un jugador de más y vino la Macaluseada que este semestre se hizo esperar” (28 de setiembre).

Si viviéramos en un mundo justo, o si Dios fuera tan manya como dicen, este sábado a Betingo le iría mucho mejor de lo que le irá.

1. En las pasadas elecciones de 2011, sobre un total de 7.743 habilitados sufragaron 3.646 (el 47 por ciento).
2. En realidad, peor: el Partido Ecologista Radical Intransigente obtuvo el 0,75 por ciento de los sufragios.

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