Siempre fue considerado demasiado pop para los amantes del rock duro, y demasiado roquero para los amantes del pop, y asimismo su música tampoco encajó en el clásico y fértil territorio de la balada urbana montevideana que tantos talentos ha producido.
Sin embargo, de a poco, se las ha ingeniado para hacerse un importante lugar a los ojos –y oídos– del público, y hoy posee una nutrida discografía, a la que se agrega en 2014 este último Intemperie.1
Lejos quedaron los discos iniciales de los años noventa, como Banderas por banderines y el recordado Noche africana, exitosísimo en las FM de entonces. Vino luego Contenido neto, que aportó el dato casi increíble de ser el primer disco uruguayo en ser masterizado en los legendarios estudios Abbey Road de Londres, “la casa de Los Beatles”. Tras Mundo aparte, premio Graffiti 2002 al mejor álbum solista, y En buenos términos, llega ahora un disco que trae al Ferradás de siempre. Buen autor, buen instrumentista, buen cantante, pero en un formato “power trío” junto a Santiago Peralta en bajo y Ariel Iglesias en batería, sonando como los dioses, con potencia, cohesión y matices, y con un criterio casi de urgencia, ya que el disco fue grabado en apenas tres días, como solían hacerlo los más grandes artistas hace muchas décadas, hecho que fue deliberadamente buscado por Alejandro.
Como sucede a lo largo de toda su discografía, la casi totalidad de los temas son del propio artista, contando con esporádicos colaboradores. En el caso de este disco, hay coautorías con nombres más que conocidos, como Mauricio Ubal, Jorge Nasser y Walter Bordoni, además de aparecer como cierre una interesantísima versión de “Y la nave va”, de Buenos Muchachos.
En este disco Ferradás canta mucho mejor, saliendo de una modalidad algo monocorde de discos anteriores. Cabe señalar también que su música suena como nunca, con una excelente grabación y mezcla a cargo de Daniel Báez, un histórico del tema sonido, en los estudios Vivace.
Dentro de un disco muy parejo se destacan “Renacer”, con su potencia roquera, “Ver mejor”, preciosa coautoría con Jorge Nasser, “Estado del tiempo” –uno de los mejores textos del disco–, “Botiquín” –otro muy buen texto–, y en forma muy especial la dramática y estremecedora “Cti” en coautoría con Mauricio Ubal, de impresionante intensidad. Por ejemplo, su texto dice: “estoy acurrucado a la pared/ atento a tu respiración/ por cuánto tiempo me preguntaré/ ahora que el suero es tu reloj”, demostrando que pueden abordarse temas muy delicados sin la mínima caída al melodrama.
Siempre a la intemperie, Alejandro Ferradás se ha ganado merecidamente un destacado lugar en la música uruguaya de base pop-rock.
Este disco es una buena muestra de su dedicación y talento y se recomienda desde todo punto de vista.
1. Bizarro, 2014.