Según la encuesta de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (Anii) de 2008, el 72 por ciento de los uruguayos se considera poco o nada informado sobre temas de ciencia y tecnología. Falta comprensión sobre estos temas y acceso a la información, detallaba el estudio. En un intento por bajar ese porcentaje, la Universidad de la República lanza este año un diploma que busca convocar a sus egresados de distintas disciplinas, científicos, periodistas y comunicadores en general. De hecho, la apuesta del curso que coordina la Facultad de Ciencias apunta a la formación de profesionales que acerquen la cultura científica a la sociedad, generen y participen de discusiones públicas y colaboren a la hora de construir ciudadanía (que las personas tengan más elementos para tomar posición sobre asuntos públicos relacionados con la temática).
Se busca dar así “una visión integral sobre lo que es la ciencia, cómo se genera el conocimiento, su aplicación, su socialización y su difusión en distintos sectores y públicos diversos dentro del contexto cultural, social, político y económico del país”, resume claramente el nuevo plan de estudios aprobado en setiembre de 2014.
El documento incluye uno de los aspectos que más complican la comunicación de los temas científicos y que tiene que ver con el lenguaje técnico. Por eso se propone “capacitar para comunicar la ciencia en términos claros y sencillos, mediante el uso de las nuevas herramientas y técnicas, tanto en los medios impresos como en la radio, la televisión, Internet, y diversas estrategias lúdicas y recreativas”.
En 2000 se dictaba el primer curso de periodismo científico en la Facultad de Ciencias, a cargo del matemático y periodista Leonardo Moledo, director del suplemento Futuro, del diario argentino Página 12. Luego, desde 2007 se ofrecía en esa misma casa el curso de educación permanente Divulgación Científica, con docentes de las facultades de Química y Ciencias de la Comunicación como invitados. Desde hace años también la Facultad de Química hace lo suyo con la cátedra Introducción a la Comunidad Científica, y la Licenciatura en Comunicación con su Publicación del Conocimiento Científico. Ahora los docentes de los tres servicios universitarios se reúnen en este nuevo diploma y suman la presencia de la periodista Cristina Canoura –ex responsable de las páginas dedicadas a la ciencia y la salud en el semanario Búsqueda– como unas de las coordinadoras del proyecto en la universidad pública (hay que recordar que la Universidad Católica ofrece cursos sobre periodismo científico).
El interés en que los temas científicos lleguen al público masivo no es una novedad en la Facultad de Ciencias, que tiene una cátedra destinada precisamente a los temas de ciencia y sociedad. No debemos olvidar que hace unos años la misma facultad fue la promotora de los “juicios ciudadanos”, donde se discutió –públicamente y por primera vez en el país– sobre megaminería y energía nuclear. También vale recordar el Programa de Popularización de la Ciencia, Tecnología e Innovación, que financia la Anii desde 2008 y que incluyó apoyo tanto a esfuerzos de divulgación científica realizados por académicos (como la obra de teatro Primos entre sí), separatas periodísticas de popularización científica en diversos medios (entre ellos Brecha) así como el programa televisivo Superhéroes de la física, emitido por Televisión Nacional.
AMPLIEMOS EL ÁGORA. Este nuevo diploma para egresados implica unas 1.100 horas de trabajo estudiantil, con cursos presenciales, semipresenciales y talleres que los estudiantes elegirán, de modo de construir su propio camino a lo largo de tres semestres. También están previstas visitas a laboratorios y espacios de investigación.
Algunos de los talleres planteados serán “Comunicar sobre salud” o “Comunicar sobre ambiente”. Otro taller apunta a “La ciencia moderna y los grandes temas, vistos desde la perspectiva del comunicador”, que incluye cuestiones ambientales, como la gestión del agua, la crisis energética, el cambio climático, hasta llegar al cáncer, el sida o las nuevas epidemias mundiales.
El último de los talleres propone una exploración de las distintas intersecciones entre matemáticas y arte. Allí ser rastrearán los ejemplos donde se ha recurrido a formas artísticas para comunicar contenidos matemáticos, o al revés, “cuando una idea matemática ha servido como disparador o metáfora inspiradora para una obra artística”.
La presentación del “trabajo final de comunicación científica sobre un tema a elección” está abierta a varios formatos y los estudiantes podrán usar su creatividad en un documental, una cobertura de prensa o un proyecto de popularización.