“Somos simples ciudadanos de este país, orgullosos de su tradición democrática y pacifista, de su defensa de los principios básicos de autodeterminación y soberanía”, se presentan los firmantes. Y agregan, dirigiéndose a Mujica: “Es claro para todos nosotros, y también para usted, que la intervención en la tierra hermana de Haití es injustificable, insostenible, y que además ha fracasado y no tiene ninguna perspectiva de aportar algo positivo al pueblo haitiano, ni tampoco al uruguayo. No vamos a repetir de nuevo los argumentos por todos conocidos, y de los que usted mismo ha sido un claro vocero al decir que ‘no seremos guardia pretoriana de una dictadura’”.
La carta no lo dice específicamente, pero el gobierno haitiano dirigido por Michel Martelly ha ido evolucionando cada vez más hacia una dictadura, gestionando el país por decreto y posponiendo sucesivamente elecciones que debían haberse convocado hace tres años. La represión de las manifestaciones “disidentes” se ha acentuado, y los muertos en las calles por disparos policiales se han hecho comunes. “Tal vez no podamos y no tengamos potestad para decir quién tiene la razón en Haití y quién no, pero entonces, por eso mismo, no tenemos nada que hacer allí con tropas de ocupación. (…) Ninguna hermandad entre pueblos podrá construirse empezando con el abuso del hermano más débil, como en este caso. No puede haber cálculo ni interés particular ni sectorial ni excusa alguna que justifique ya continuar con la presencia de las tropas uruguayas, en una ocupación que la sociedad haitiana rechaza día a día por todos los medios por los que puede hacerlo, porque los medios institucionales (…) le han sido negados y se le siguen negando”, dice el texto.
La carta termina pidiendo al presidente Mujica que “antes de terminar su mandato sea el vehículo para que el país tenga un gesto supremo de dignidad y deje de ocupar la tierra haitiana”.
Semanas atrás, el Parlamento prolongó por un año la presencia de las tropas uruguayas en Haití. La votación determinó la renuncia a su cargo del diputado del PVP Luis Puig. Poco después el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, justificó la permanencia de los militares, entre otros factores, en que la situación en Haití sería peor sin ellos. Algo que las organizaciones sociales haitianas han negado reiteradamente.