Con una notoria autoestima, encaró luego su etapa de cantante solista ingresando en la creciente legión de nuevas cantantes de acento tanguero en Uruguay y, para variar, peleando con todas sus fuerzas por un lugar de destaque. Como parte de ese proceso grabó sus primeros tres discos: Tango y más (2007), Lluvia inerte (2009) y De saltos y otros vientos (2012). Paralelamente ha solidificado una excelente banda y logrado un nivel de producción sobresaliente que la ha llevado a viajar una y otra vez, llegando a destinos como Noruega, Finlandia, Alemania, Italia y Polonia, generando así un interesante mercado.
Ahora llega su disco en vivo Milongas, tangos y otros vientos, grabado parte en el ciclo Autores en Vivo, en el teatro de Agadu, y parte en la sala Hugo Balzo del Sodre, acompañada por la banda integrada por Horacio di Yorio en piano y arreglos, Matías Romero en guitarra y arreglos, Enrique Anselmi en contrabajo eléctrico, Pablo Abdala en batería y percusión y Mario Recoba en bandoneón.
Es interesante destacar que, desde siempre, Maia incluye en su repertorio sus propias composiciones, que tienen textos comprometidos y de hondura poética y, en algunos casos, efectivas melodías. Asimismo, hay acá versiones que provienen no de la eterna matriz tanguera sino del rock, como “La bestia pop”, emblemático tema del Indio Solari y Skay Beilinson, auténtico himno de Los Redondos de Ricota.
La pelea de Maia es, como se ve, también por “modernizar” al tango, ya que también incluye un tema del talentoso cantautor argentino Lisandro Aristimuño y otro de Federico Lima.
Todo el producto respira profesionalismos. Desde el sonido potente y cuidado de la banda, con mucho rock, sin olvidar el entrañable timbre del bandoneón para aportar el necesario color tanguero, hasta el diseño gráfico y cuidadas fotografías de la artista en escena, enfundada en un impresionante atuendo de cuero, empuñando el micrófono o su guitarra.
El repertorio está bien elegido: mayoría de sus propias composiciones, clásicos como “Volver”, de Gardel y Le Pera, “Haragán”, de Enrique Delfino, Manuel Romero y L Bayón Herrera y “Un cielo para los dos”, de Enrique Dizeo y Ángel Cabral, y los ya citados temas de origen roquero.
La única salvedad que cabe hacer a este producto más que interesante y altamente profesional es que la pelea de Maia se traslada a su voz, que canta siempre como enojada, peleándose con los textos más que interpretándolos, con crispación, sin mayores matices y sin un uso sabio de la dinámica, que para este género es imprescindible como el oxígeno. Maia canta siempre a mil, al palo, a volumen, sin medias voces o susurros eventuales, sin interpretar a fondo incluso sus propios textos, que son muy hermosos. Por lo demás –dicho con el mayor respeto por su empuje y su trayectoria–, es un tema para reflexionar y corregir, ya que es una artista muy profesional, inteligente para manejar su carrera, y con una muy buena dotación natural, ya que es dueña de una voz de hermoso timbre.
En un disco muy interesante se destacan sus autorías “Pulso”, “Golpe” y “El extraño”, esta última de melodía particularmente bella; el tema de Federico Lima “El Lobo” cantado a dúo con el autor y una muy atendible versión de “Cerrar los ojos”, de Lisandro Aristimuño. Menos felices son las versiones de “La bestia pop”, que parece fuera de contexto, y del clásico “Volver”, de Gardel y Le Pera, tango hermosísimo que pide a gritos una interpretación menos lineal.
Maia Castro y su banda presentan su disco en vivo hoy viernes 4 a las 21.30 en la Sala Zitarrosa.
Milongas, tangos y otros vientos. Maia Castro en vivo. Bizarro 2015.