Con este resultado Ley y Justicia alcanzará, según el sistema electoral polaco, que sobrerrepresenta a los partidos mayoritarios, la mayoría absoluta (242 de las 460 bancas) en el parlamento. En tercer lugar se situó el movimiento populista liderado por el ex roquero Pawel Kukiz, con 9 por ciento, luego los ultraliberales del partido Nowoczesna, con 7 y el Partido Campesino, con 5,2. Todos ellos entran al parlamento, pero no así la Sld, la alianza de izquierda, que obtuvo 6,6 por ciento, 1,4 puntos menos que los exigidos para que las coaliciones puedan tener representación en el Congreso.
Ley y Justicia, de acuerdo con algunos estudios, logró atraer a parte del electorado tradicional de la izquierda conectando con cierto sentir popular en temas como el flujo de inmigrantes, el aumento de la brecha social, el creciente dominio de la economía nacional por empresas trasnacionales, en particular alemanas, y el desprestigio de la dirigencia política, pero con respuestas opuestas a las ofrecidas por la izquierda. Uno de los centros de la campaña de Ley y Justicia fue la oposición a recibir migrantes y refugiados, con un discurso terrorista sobre las consecuencias que tendría una “llegada masiva de extranjeros sobre la estabilidad y la salud de Polonia”. “Hay señales que evidencian la reaparición de enfermedades muy peligrosas y que no se habían visto en Europa desde hacía mucho tiempo: el cólera en las islas griegas, la disentería en Viena”, dijo el presidente de la coalición, Jaroslaw Kaczynski. Ley y Justicia se opone también a la adhesión del país al sistema de reducción de emisiones de gases contaminantes impuesto por la Unión Europea. “Polonia tiene derecho a manejar como quiera su desarrollo económico”, declaró uno de los dirigentes de la alianza. La industria del carbón da trabajo en Polonia a más de 100 mil personas, sobre todo en la región de Alta Silesia. A su vez los mineros jubilados son 200 mil.
La coalición vencedora, a la que también responde el presidente de la república, Andrzej Duda, electo en mayo, es reacia a adherir el país al sistema del euro. Polonia pertenece a la UE desde 2004 pero no ha adoptado aún la moneda única. El actual gobierno había prometido una próxima incorporación al sistema, pero las cosas han cambiado. Según algunos sondeos, siete de cada diez polacos rechazan sumarse a la moneda única.