Termina el año y los periodistas y críticos de Brecha miran hacia atrás para traer este resumen de noticias o el repaso de la agenda del año que se fue. Escriben: Ignacio Bajter, Guilherme de Alencar Pinto, Diego Faraone, Ana Inés Larre Borges, Roberto López Belloso, Álvaro Loureiro, Rosalba Oxandabarat, Verónica Panella, Sofi Richero, Eduardo Rivero, María José Santacreu, Silvana Silveira, Alicia Torres y Andrés Torrón.
GALEANO. Recolector de historias que adquieren un nuevo brillo al ser trabajadas en el torno de su escritura, dijo alguna vez que escribía para juntar de nuevo el alma con el cuerpo, la razón con el corazón. Como periodista, la fundación de Crisis ya habría bastado para colocarlo en el Olimpo junto con Gabo, Gelman y Walsh. Pero además fue jefe de redacción de Marcha, director de Época, y cofundador de esta casa. Como escritor, la crítica sigue intentando entender eso que hacía (“violación sin remordimientos de las fronteras entre los géneros”) mientras los lectores siguen encontrando en sus libros una tinta que no se seca. El 13 de abril de este año se puso la fecha final a un camino que había comenzado en 1940. En el lugar del guión que queda entre esos años, como entendió Borges, cabe un universo entero.
RASHOMON. Hacía 35 años que el Sodre no estrenaba una ópera uruguaya. Ocurrió en la última semana de julio con Rashomon, de León Biriotti, con libreto de Sandra Massera. Basada en dos cuentos de Ryunosuke Akutagawa tamizados por la versión fílmica de Akira Kurosawa, contó con la dirección orquestal de Fernando Condon. Sus tres funciones sumaron para que el Auditorio Nacional volviera a superar en 2015 su récord de espectadores, llegando a los 284 mil. Este año el punto más alto para el Sodre fueron los 80 años de su cuerpo de ballet, que cerró diciembre con Romeo y Julieta, producción de dimensiones inéditas para el país.
La mirada múltiple. Resulta saludable que la programación anual del Museo Nacional de Artes Visuales se resista a ajustarse a un espacio mínimo como este recordatorio, incluso si nos limitamos a recorrer sólo algunos destacados dentro del interesante y nutrido conjunto de sus actividades. La muestra de los meses de verano (inaugurada a fines de 2014), dedicada a Carlos Federico Sáez, abre un ruedo en el que la idea rectora de la “mirada habitada” acabará, a nuestro entender, actuando como vaso comunicante para las selecciones posteriores, entre las que se suceden, coexisten o interpelan las revisiones temporales de Liliana Porter, los caminos inquietantes de Álvarez Frugoni, el colosal juego metafísico de Ignacio Iturria, la tragedia doméstica devenida en poderoso hecho plástico de Virginia Patrone, la investigación y difusión de la prácticamente desconocida obra de Jorge Caraballo y la reflexión temporal de Roberto Schettini. El ciclo cierra con las actuales muestras de Julio Vilamajó y Rafael Lorente, en sala hasta febrero de 2016.
ESCRITOS DE RAVIOLO. Editor, profesor, investigador y crítico literario, Heber Raviolo fue un apasionado de lo que escribían los otros y dedicó su vida a producir actos de lectura y a crear lectores. Buscó la calidad, cuidó a su público, infundió en sus autores la seguridad de su persona y del sello que fundó. Recopilar sus trabajos –prólogos, conferencias, introducciones a las obras de sus autores preferidos– era una deuda pendiente. Con el apoyo de Banda Oriental, el crítico Óscar Brando asumió la responsabilidad: rastreó los textos, buscó un orden, pensó el prólogo. Escritos sobre literatura uruguaya es un homenaje y una biografía intelectual, la mirada en el tiempo de un lector sobrio y excepcional.
SE HACE CAMINO AL CANTAR. Celebrando sus 50 años de carrera, el enorme Joan Manuel Serrat se presentó a fines de febrero con una serie de recitales tan encantadores como conmovedores. Combinación que Serrat sabe lograr como pocos. Acompañado de una banda de lujo llenó una y otra vez el Auditorio Adela Reta recreando todos los clásicos que el público esperaba y seduciendo con su voz que resiste con galanura el paso del tiempo. Hasta se dio el gusto de invitar a subir al escenario y compartir canciones a queridas figuras locales como Cristina Fernández, Fernando Cabrera, Mauricio Ubal y Daniel Viglietti.
DOS DÍAS, UNA NOCHE. Marion Cotillard con sus vacilaciones, su voz entrecortada, su mirada triste y sus increíbles cambios de registro compone uno de los personajes más hermosos que se hayan visto en el cine. Los hermanos Dardenne lo han vuelto a hacer: contra todas las probabilidades (¿cuántas obras maestras pueden filmarse, una atrás de la otra?), logran otra película perfecta, inteligente, comprometida y profundamente emotiva, elocuente sobre una clase social y un proletariado disperso, perdido en un mundo crecientemente individualista. Contra ellos, las nuevas formas de gestión empresarial neutralizan el compañerismo y la solidaridad, y es en este contexto que una mujer se abre camino, en una lucha a brazo partido contra su propia depresión.
TEATRO: LOS ADIOSES. Este fue el año en que hubo que decir adiós al talento renacentista de Taco Larreta, al poderoso temperamento de Dahd Sfeir, a la pluma siempre inspirada de Carlos Manuel Varela, al gran iluminador Carlos Torres, que lo había sido del Solís y la Comedia, y al actor y director Sergio Renán, un argentino que aquí sabía sentirse como en su casa.
POESÍA. ¿Cómo leer lo nuevo si aún no se han pasado las páginas de obras fundamentales que van quedando sepultadas debajo de la hojarasca? En poesía, donde no abundan los filtros para la publicación, el riesgo de “los libros del año” es aun mayor. Sin embargo, la que tal vez sea la principal edición vernácula en 2015 actúa a la vez como novedad y como exorcismo. Poesía 1 (Yaugurú) reúne los primeros cinco poemarios de Roberto Appratto, un autor que, al decir de Eduardo Milán, hace de “los uruguayos”, esa comunidad entre sonámbula y proteica, uno de los centros de su “micrología de la sublimación”. Otros dos libros de 2015 que vuelven a traer textos que se han sostenido –o crecido– con el paso del tiempo, pero con el agregado de una reformulación, son Retahíla (Aldo Mazzuchelli, Estuario) y La casa que me habita (Melba Guariglia, Yaugurú).
RECITALES INTERNACIONALES. Desde hace unos años, los montevideanos nos hemos acostumbrado a ver en nuestra ciudad espectáculos musicales que antes eran impensables. Muchas veces se destacan estos shows como una especie de acercamiento al Primer Mundo, como si las visitas nos pusieran en un supuesto mapa, elevándonos de categoría. El enriquecimiento es más intangible. No es que lo de afuera sea mejor: la apertura y el intercambio nos hace más completos. En ese sentido, ver por primera vez en vivo a figuras históricas de la música sudamericana como el brasileño Ney Matogrosso y la peruana Susana Baca enriqueció nuestra visión musical. Lo mismo que poder presenciar espectáculos de artistas que le cambiaron la cara al pop y al rock anglosajón de las décadas del 80 y el 90, como los británicos Johnny Marr, Morrissey, Belle and Sebastian y Chemical Brothers. O poder comprobar si el ruido que se hace acerca de músicos que hoy son “tendencia”, como los ingleses Hot Chip o los estadounidenses Mac Demarco y Cocorosie, estaba justificado. En tiempos de achique, ojalá esta costumbre no se corte.
BENEDETTI: LA CASA Y EL LADRILLO. La Fundación Benedetti inauguró su nueva sede, que empezó a recibir al público a partir del 1 de diciembre. En Joaquín de Salterain 1293 (casi Guaná) terminaron las remodelaciones en una casona clásica en esa zona entre el Cordón sur y el parque Rodó, que hoy llaman “barrio diseño”. La casa tiene salas donde se implementarán talleres, un jardín amplio en el que se planea realizar actividades musicales y artísticas, y espacio suficiente para albergar el archivo del escritor, que recibirá a investigadores interesados en su obra, y la biblioteca que Benedetti tenía en Montevideo, incluida lo que llamaba su “egoteca”, con traducciones a cantidad de lenguas y múltiples ediciones y que era comprensiblemente grande. Los libros que tenía en España los donó al Centro Mario Benedetti de la Universidad de Alicante. Los estatutos de la fundación, que tiene como fin brindar apoyo a organizaciones de defensa de derechos humanos y esclarecimiento en torno a los desaparecidos en dictadura, la promoción de actividades literarias y culturales, además de la difusión de su obra, fueron planeados por el escritor en vida, y quienes deberían dirigirla también fueron elegidos por él. En el momento de inaugurar la casa se ha dado un cambio de autoridades después de la muerte de Eduardo Galeano y del retiro de la escritora Sylvia Lago. La nueva dirección, que integran Ricardo Casas, Hortensia Campanella y Diane Denoir, anunció que próximamente llamarán a concurso para un gran premio internacional de poesía Mario Benedetti.
CARTAS DESDE LA CÁRCEL. Las cartas escritas en las cárceles de la última dictadura integran un corpus literario, al que este año se sumó Quisiera decirte tanto, recopilación de las cartas de amor que Susana Pacifici, presa política primero y exiliada después, escribió durante más de una década a su compañero Alfredo Alzugarat, confinado en el penal de Libertad. Convencido de que esos textos poseen un valor que va más allá de lo íntimo, él organizó los materiales y el libro apareció al cumplirse un año del fallecimiento de su esposa. La excepcionalidad del contexto de producción habla de un largo y doloroso aprendizaje, enriquecido por el tema de género.
UNA TEMPORADA DE TEATRO CON SIGNOS INQUIETANTES. A pesar de que el año culminó con la entrega de los premios Florencio, no fue oro todo lo que relució. Si bien, por ejemplo, con toda justicia, se premió la trayectoria del autor nacional Dino Armas –medio siglo en el oficio–, de quien, por otra parte, se ofrecieron tres obras, se dio a conocer que la Compañía Italia Fausta no podrá seguir trabajando en el Anglo, una mala noticia que, sumada al conflicto que la Federación Uruguaya de Teatros Independientes y la Sociedad Uruguaya de Actores mantienen con la Intendencia y el Departamento de Cultura de la misma por la supresión del plan de Fortalecimiento de las Artes, que tanto hiciera en pos de llevar espectáculos a los distintos barrios, echa nuevas sombras en cuanto al futuro de varias salas cuyo mantenimiento se beneficiaba con aportes municipales. Los recortes de la IM, esta vez, llegaron al hecho insólito de suprimir el aporte de la entidad –por otra parte, institucionalizado– a la adjudicación de los premios Florencio. Futi y Sua, entonces, en lucha.
CHAU, GALE. El 6 de junio murió Jorge Galemire. Ignorado por mucha gente, pero no por los músicos, de quien fue referente y maestro. Guitarrista maravilloso, compositor de melodías bellísimas, arrreglador finísimo, cantante sugestivo y elegante, y hasta letrista más que interesante –por más que esta faceta la cultivó con cuentagotas–, integró proyectos como Canciones para No Dormir la Siesta, Aguaragua, Jaime Roos y Repique, Los que Iban Cantando, Nosotros Tres, y fue multinstrumentista y arreglador del legendario Sansueña, de Eduardo Darnauchans. Tuvo además una discografía propia no muy vasta pero sí magnífica, donde se destacan Presentación, el increíble Segundos afuera, considerado una de las obras maestras de la música nacional, el rockero Ferrocarriles y recientemente Trigo y plata. No habrá otro como Galemire.
CINE: AVE FÉNIX. (Phoenix. Alemania 2014). Christian Petzold, el realizador de Bárbara y Algo mejor que la muerte, alcanza un nivel de intensidad mayor en esta película sobre una sobreviviente de los campos de exterminio –imponente Nina Hoss– cuyo rostro ha sido cambiado por la cirugía y reencuentra a quien fue su marido, que no la reconoce pero pretende utilizarla para cobrar la herencia de la esposa que cree muerta. Un juego de simulaciones sobre simulaciones, de espejos deformados sobre sentimientos e identidades, a la manera de los relatos que países y personas intentan hacerse a sí mismos, y sobre sí mismos, en tiempos del derrumbe de todas las certezas. El desenlace es uno de los momentos más impresionantes del cine de los últimos tiempos.
LA VUELTA MAYOR DE FELISBERTO. No hay otro escritor uruguayo que haya despertado una atención tan incesante en minorías fieles y variopintas: los lectores de Felisberto, con sus críticos, desde hace décadas mantienen el instinto y la voracidad. Se esperaba mucho en el año en que la obra entró en dominio público y todo, a escala uruguaya, fue más o menos cumplido. Lo más contundente llegó desde Buenos Aires, se titula Narrativa completa e incluye un estudio crítico de Jorge Monteleone y una selección de inéditos que se habían escapado del trabajo canónico de José Pedro Díaz como editor. Con el mismo criterio de revisión afinado y legítimo Óscar Brando publicó Obra incompleta, que, bajo un título justo, representa un avance en el conocimiento material de los textos de Felisberto y arriesga en su ordenación. Alfaguara lanzó Narrativa reunida con prólogo de Hebert Benítez, un tomo que lo vuelve todo accesible aunque no apuesta (como los libros mencionados más arriba) a intervenir en los escritos, a dar un paso hacia las utópicas “obras completas”. En otra serie, en diciembre se presentó Cartas y partituras, editado por Daniel Morena con supervisión de Walter Diconca, y el año terminó ayer, discretamente, con la salida del número de la Revista de la Biblioteca Nacional dedicado a Felisberto Hernández. El índice pronostica una nueva fase en las interpretaciones y el conocimiento, desde el archivo, de un escritor que suele balancearse, rígido, entre el mito idolátrico del escritor-pianista y la vieja repetición de lo mismo.
LEGADO IMPRESCINDIBLE. Recordaremos 2015 como el año en que nos dejaron tres mujeres artistas, referenciales en la creación actual. Nelbia Romero (1938), integrante fundacional de la experiencia del Club del Grabado, sus posteriores caminos investigativos la llevarán a incursionar en el ámbito de la instalación y la performance, como la emblemática Salsipuedes, presentada en 1983 en la Galería del Notariado. María Freire (1917), pionera en el desarrollo de la abstracción, de quien María Luisa Torrens escribiría en 1979 “aún falta una cabal valoración de su aporte”, deuda que hasta cierto punto hoy continúa pendiente. Y Lacy Duarte (1937), que con su personalísimo lenguaje, heredero de la entrañable raíz creativa femenina y rural, hizo del arte una suerte de magia simpática, cotidiana y necesaria para “alivianar esta vida”.
LISCANO. Este año Carlos Liscano expuso sus objetos de arte: libros artesanales con pequeñas figuras de las que fluye la economía narrativa de historias dibujadas. Escritor autoficcional desde sus orígenes, decirse en sus dibujos redobla la apuesta de decirse en su literatura. Es otro y a la vez es el mismo: al escritor y el otro, el dibujante y el otro. Un “yo” que desde nuevos soportes intensifica la subjetividad de la voz narrativa y se construye para regresar, siempre, al momento paradigmático del comienzo de la escritura. La indagación no se resigna a que las palabras y el dibujo resulten insuficientes, se entrega a la mirada lectora en perpetua mutación de sus máscaras.
MÁS JAIME QUE NUNCA. Si bien el acontecimiento mereció una reciente y amplísima cobertura por parte de Brecha, no podemos en este balance de fin de año dejar de mencionar una vez más la edición de los primeros cinco discos de la obra completa remasterizada de Jaime Roos, que constará de 19 CD con sonido, ficha técnica y diseño gráfico impecable y fiel a los vinilos originales. La fiesta de música y emociones que asegura esta colección ya se inició entonces con las versiones remasterizadas de Candombe del 31 (1977), Para espantar el sueño (1978), Aquello (1981), Siempre son las cuatro (1982) y Mediocampo (1984).
BARTOLOMÉ HIDALGO A APPRATTO. Cuando en 1993 se publicó Íntima, primer libro de prosa autobiográfica de Roberto Appratto, él llevaba veinte años de poeta. El libro sedujo a quienes no temen a la primera persona ni a las exploraciones del lenguaje. Appratto eligió dinamitar los límites entre poesía, narración, ensayo y autobiografía, sin producir ficción, por lo menos en el sentido tradicional de inventar tramas y personajes; concentrándose en el lenguaje como un problema a resolver en la práctica. Resuelto a dejar constancia de su vida mediante la escritura, llegaron tres libros más, y por el último, Como si fuera poco, obtuvo el Bartolomé Hidalgo de Narrativa, galardón que reconoce el conjunto de una empresa arriesgada e incitante.
ACTORES Y ACTRICES DE LA TEMPORADA TEATRAL. Al tiempo que Myriam Gleijer y Elizabeth Vignoli se sacaban chispas en Cocinando con Elisa, cabe agregar que algo similar ocurría cuando Natalia Chiarelli, Claudia Rossi y Roxana Blanco asomaban en La gata sobre el tejado de zinc caliente, Ana Pañella le hacía los honores al unipersonal Lepidóctera, Nidia Telles se encargaba de hacer otro tanto en Madame Curie, Denise Daragnés brillaba en el elenco de Historias de locura común, Laura Martinelli divertía a todo el mundo en Sueños de un seductor, Leticia Scottini demostraba poderoso temperamento en Constelaciones y Gabriela Iribarren brindaba nuevas muestras de su gran oficio en ¡Ay, Carmela!
También valió la pena apreciar las artes de Diego González en Sin receta, Iván Solarich en Pogled, Coco Echagüe en ¿Y si te canto canciones de amor?, Álvaro Armand Ugon en Constelaciones y Gustavo Saffores en ¡Ay, Carmela! Se trata de cinco señores que ponen una nota de jerarquía apenas pisan un escenario.
ESTRENO DE CINE POLACO. Ida (Polonia, 2013) es una rareza que evoca los años sesenta en lo formal, pero desde una sensibilidad que va más allá de lo estrictamente contemporáneo. Un blanco y negro agrisado, formato cuadrado, paisajes siempre vacíos, instalando la sensación de una desolación extendida, pegada a la misma naturaleza, a los muros y las calles, con la música usada con potencia y precisión sólo en momentos clave. Es la historia de una joven novicia que hará un viaje a su pasado y sus raíces, desde la inocencia bajo la protección conventual hacia todas las miserias exteriores. El protagonismo de la delicada Agata Trzebuchowska y la solidez del director Pawel Pawlikowski se aúnan y logran una seducción casi mística.
VIGLIETTI VIENE CON PREMIO. Daniel, un referente del canto con fundamento de este país, no habrá dejado de emocionarse como un niño con tantos reconocimientos recibidos durante 2015: premio Graffiti a la trayectoria, premio Noel Nicola en Casa de las Américas (Cuba), premio Arturo Jauretche en Argentina y Medalla Guitarra Negra aquí en su país. Como si no bastara, fue homenajeado por la Cámara de Representantes en el Palacio Legislativo. En esa ocasión dijo Daniel: “… estos abrazos que uno recibe son con reclamos, con pedidos de dar más y seguir adelante”. Todos estos premios bien pueden motivarnos a revisar y volver a disfrutar de sus discos gloriosos, como Canciones para el hombre nuevo, Canto libre y Canciones chuecas.
EL GATO Y LA ENTROPÍA # 12 & 35. Libro tras libro, Ramiro Sanchiz articula variantes de esa suerte de novela macro que tiene en su centro, mutando en cada historia, a su álter ego Federico Stahl, y a un conjunto de encrucijadas lúdicas que derivan de la ucronía instalada por él en el corpus de la nueva narrativa uruguaya. El gato y la entropía # 12 & 35 es el mejor de sus libros. Persuade su historia alocada, la interdiscursividad entre arte y ciencia, la experiencia generacional, los aciertos expresivos, la reiteración y acumulación como parte de la construcción poética, el humor y la farsa. Para bien y para mal, Sanchiz escribe con todo lo que es y escribe todo lo que es. Su literatura no podría existir sin esa exhibición y ese narcicismo.
SPIELBERG DEPURADO. Puente de espías (Bridge of Spies, Estados Unidos, 2015). Con el intercambio de espías –soviético y estadounidense– y en plena Guerra Fría, el notable retrato del primero, la estolidez del abogado a cargo del asunto –Tom Hanks, claro–, un Steven Spielberg cada vez más depurado construye a la vez un manifiesto ético y político y un relato de un clasicismo y una efectividad deslumbrantes. Ni un solo plano inútil, ningún regodeo estéril, la precisión en cada encuadre, en cada movimiento, una fotografía perfecta, el uso de la música –de Thomas Newman–, que se permite aparecer como a los treinta minutos de empezada la película. Se puede discrepar con los interesados matices que obedecen al orgullo patriótico; pero imposible negar el magisterio.
ARTE NAIF. Realizada en la sala mayor de la Fundación Unión, esta muestra nos acercó a la obra de 29 artistas ajenos a los centros de visibilidad, crítica o mercado de las artes plásticas donde, en el decir de su curador, Pablo Thiago Rocca, “pintores domingueros, amateurs, jubilados, aventureros del pincel o del modelado, emplean sus ratos perdidos en imaginar situaciones y paisajes prístinos, recobran con la opulencia de los colores la belleza de un mundo interior que se revela (…) con la fuerza de una visión esperanzada”. La nutrida, necesariamente heterogénea y visualmente intensa selección da cuenta de caminos expresivos transitados desde una libertad creativa francamente atendible.
PIGLIA Y LOS DIARIOS DE RENZI. Cuando la novela era la mayor ambición entre los narradores y el boom se cocía a fuego lento, Ricardo Piglia empezó a escribir un diario provocado por una mudanza, empujada a su vez por la caída de Perón. A fines de 1957 Piglia no sabía, en el ostracismo de la escritura privada, que con sus cuadernos empezaba una historia literaria secreta, paralela, de la narrativa latinoamericana. Aquella escritura subterránea hecha de fragmentación y apuesta a los géneros menores era la literatura del futuro. Piglia siguió a Pavese y escribió la vida en un diario al que, hasta ahora, refirió como su origen. Años de formación es el cristal de diez años argentinos (1957-1967, tiempo pesado y caliente y lleno de ideas), el primero de tres volúmenes de un diario que sigue las reglas libertarias del género, que aquí incluye secuencias de notas fechadas con cuentos. Suma de actos y consecuencias imprevisibles, de aforismos y apuntes de lecturas, de ideas de la sociedad y la ficción, del individuo y el Estado, de la crítica y la política, casi todo, este diario es la vida de un escritor (Emilio Renzi) y la historia de una inteligencia (Piglia), la biografía de un lector entre un nombre y otro. Como la escritura está editada, intervenida levemente en un juego de anacronismo, queda la idea de que Emilio Renzi escribe mejor que Piglia y que es cierto que éste escribió sus libros para justificar la lectura de este diario.
BENEDETTI, PERIODISTA. Mario Benedetti. Notas perdidas. Sobre literatura, cine, artes escénicas y visuales, 1948-1965. Tal el título de una investigación universitaria dirigida por Pablo Rocca, que en 1.500 páginas recuperó más de 800 artículos periodísticos nunca antes reunidos en libro, publicados en el semanario Marcha, el diario La Mañana y, en menor proporción, en las revistas literarias Marginalia, Asir y Número. Con el rescate de esta parte de la historia cultural es posible acompañar la biografía intelectual de quien fuera un agudo observador de sucesos, costumbres y protagonistas de su país. El nuevo soporte funciona como un recurso eficaz de difusión y preservación que dialoga con múltiples circunstancias en torno a las cuales nuestro presente se fue moldeando.
CINE CON AVALANCHAS. Force Majeure: La traición del instinto (Suecia/Francia/Dinamarca/Noruega, 2014). La rubia, perfecta y cálida familia tipo –matrimonio joven y moderno con dos niños– que vacaciona en una estación de esquí vivirá un amago de avalancha de nieve, y una avalancha real sobre roles que se traicionan a sí mismos. En un ambiente helado y claustrofóbico aprovechado al milímetro, el director Ruben Östlund construye un relato descarnado sobre las debilidades humanas, los límites que éstas imponen aun a los afectos más hondos y el dolor y la vergüenza que acarrean, pero lo hace con una riqueza de matices que incluye el drama, el absurdo, el humor y hasta razonables dosis de suspenso.
TRES DISCOS IMPRESCINDIBLES. En el marco de un año muy chato en materia de ediciones discográficas, se destacan tres discos realmente disfrutables: Corazón diamante, de Julieta Rada, un sorprendente viaje por el pop pleno de delicadeza, precioso canto y buenas ideas; Mucho tiempo, del colectivo Tercera Fundación, con inspiradas canciones de Sara Genta, Lucía Gatti y Carlos Giráldez, (trabajo que aún está por recibir el reconocimiento que merece), y ya sobre este fin de año, el disco grabado en vivo en los espectáculos Cabrera canta Mateo & Darnauchans, registrado por Óscar Pessano en El Galpón. Cabrera “abre el libro” haciendo versiones aun mejores que las de su recordado disco Canciones propias. Imperdibles “Mariposa”, “El instrumento”, “Como los desconsolados” del repertorio del Darno, y las mateísticas “Lo dedo negro”, “Rimedio e’ yuyo” y “Mejor me voy”.
EL INGLÉS. Todo hace pensar que a la hora de configurar un proyecto personal de escritura, Martín Bentancor prefiere el territorio íntimo y discreto que bordea el río Santa Lucía, la “tercera sección” de su biografía y de sus dos últimas novelas, escenario donde instaló ciertas formas de realismo que operan entre el pasado y el presente, lo antiguo y lo moderno, lo rural y lo urbano. Arraigado en su tradición y decididamente contemporáneo, sin gestos contestatarios pero sin nostalgia, Bentancor expresa la extrañeza ante lo que ya no está y el hecho de recordar está por encima del propósito de rescatar. Sucede en su novela El inglés, cuando recrea las andanzas de un extranjero desaparecido 80 años atrás.
LA MAGIA DE LA REINVENCIÓN. Exponente ineludible de las artes plásticas latinoamericanas, la polifacética producción de Luis Felipe (Yuyo) Noé se regocija en romper esquemas y clasificaciones como “abstracción” y “figuración”, como dio cuenta la exposición de su obra reciente (Noé S XXI), realizada en la Fundación Unión, una “casi retrospectiva” de los últimos 15 años que evidencian el vigente y constante movimiento desde su eje de este artista fundamental.
“DIOS LOCAL” (Uruguay, 2015). Gustavo Hernández, director de La casa muda, se enfrentó acá a un reto nada sencillo: la película de terror sustentada en emociones humanas, donde los personajes crean y viven sus pesadillas y las trasladan a lo que sucede en la pantalla. Hay un uso inteligente, hasta virtuoso, de las locaciones, de la música, de la fotografía –de Pedro Luque–, despliegue de creatividad con luces mínimas, movimientos ya sea calmos y tensos, ya bruscos y cortantes. La estructura narrativa es muy elaborada, con saltos temporales, tiempos paralelos, pistas sembradas que aparecen cuando menos se las espera. Esta complejidad puede despistar –lo hace– pero no obstruye el placer de quienes son adictos a este persistente género.
GUERRA A LOS CELULARES. Roberto Jones fue quien abriera el fuego durante una representación de su espectáculo sobre Borges al recriminar a una espectadora cuyo teléfono celular había sonado en plena sala. La citada recriminación no sólo dio pie a la aprobación de todo el ambiente teatral sino también a que su colega Nidia Telles, a cargo del aplaudido unipersonal Madame Curie, conminara a otro par de espectadores cuyo teléfono interrumpiera una función de la citada obra a hacer abandono de la sala. Es hora, señoras y señores, que quien quiera hablar por teléfono se quede en su casa o, por lo menos, en la vereda.
BERNHARD EN BUSCA DE LA VERDAD. Si se le otorga a Thomas Bernhard el premio póstumo de autor del año, no es nada, pues se trata de uno de los grandes del siglo pasado, el primero si hay que elegir dos o tres nombres después de muertos Faulkner y Louis-Ferdinand Céline. No tiene importancia si sobre esto hay consenso o no, pues Bernhard hizo lo suficiente para destruir todo acuerdo, todo arreglo. Comparable a Francis Bacon en pintura, es el último escritor de la historia si se entiende que un escritor es un artista, un espíritu crítico, alguien que se expresa sin preocuparse que lo tomen por loco o delincuente o que lo lleven a los tribunales, y dice lo que nadie dice y escribe lo que nadie escribe, incluso contra el público y los lectores. Esto, por supuesto, sin permitirse caer bajo, sin sonar fanfarrón ni siquiera una vez. En busca de la verdad reúne “discursos, cartas de lector, entrevistas, artículos”, intervenciones de un caballero mordaz, de un aristócrata del humor. Fuera de las ficciones el autor es, además de genial, gentil y honrado, un hombre hecho para la comedia. Edición alemana bien anotada. Traducción del inagotable y generoso Miguel Sáenz.
MURALES DUMAS OROÑO. En agosto de este año la inminente remodelación del fallido edificio que los alberga puso en riesgo de demolición cuatro murales del maestro Dumas Oroño, situación que significó para la hija del artista, Tatiana Oroño, el inicio de una peregrinación institucional en busca de garantías para la protección de la obra, que se proyectó sea trasladada. Disparador de una interesante reacción colectiva, especialmente desde la caja de resonancia de las redes sociales, la preocupación singular por la suerte de estas piezas favorece la reflexión sobre el estado de salud del acervo muralista nacional y el alcance de las prácticas patrimoniales.
TEATRO URUGUAYO: LOS DIRECTORES. Jorge Curi volvió por las suyas con el reestreno de Madame Curie y dio a conocer un nuevo trabajo a propósito de la chejoviana Locura de verano. Paco Sáenz extrajo buen partido de ¡Ay, Carmela!, Alfredo Goldstein hizo otro tanto a partir de Historias de locura común, Diana Veneziano aportó inspiración a propósito de Los estrafalarios de Hernández, José María Novo manejó con solvencia las sutilezas de Hasta que la muerte nos separe, David Hammond le hizo los honores a Williams en La gata sobre el tejado de zinc caliente, Lila García dio nuevas pruebas de solvencia en ¿Y si te canto canciones de amor?, Valeria Fontán hizo una excelente presentación con Los heridos, cuyo texto también le pertenecía, y Jorge Denevi se dio el lujo de dirigir cuatro títulos (Miedos privados en lugares públicos, Arcadia, Skylight-Cielo abierto y Constelaciones) con gran nivel.
“UNA NOCHE SIN LUNA” (Uruguay, 2015). Un mago no puede llegar a destino porque queda varado con su conejo frente a la caseta del peaje, un taximetrista divorciado va a pasar la Nochevieja con su hijita y con la nueva familia de su ex y queda atrapado en la rueda gigante por un apagón, un cantor preso tiene el permiso para ir a cantar en la fiesta del club del pueblo y nadie tiene ganas de escucharlo. Con estas historias mínimas unidas por una coincidencia apenas geográfica, un reparto eficaz –Roberto Suárez, Marcel Keroglián, Daniel Melingo, en el centro– y una aguda sensibilidad para desarrollar y dosificar los matices irónicos, tiernos o absurdos, de estos fragmentos de vida, Germán Tejeira construye una película a la vez divertida y melancólica.
TEVÉ. El fiasco de True Detective 2. La realidad entrometiéndose en el set de Homeland quinta temporada, con sus protagonistas intentando evitar un atentado ficticio en Berlín un día después del atentado real en París. La sexta de The Walking Dead, de lo mejor en el “género de zombis”, ya consolidado como el nuevo western de la industria del entretenimiento estadounidense. El final de Mad Men, después de 92 episodios que la volvieron un antes y un después para una parte de la crítica. El anuncio del regreso de Mulder y Scully para nuevos casos de los Expedientes X. El terror que produjo, según la crónica del Time, ver a Barack Obama imitar al protagonista de House of Cards en una cena del mes de abril.
LA EDUCACIÓN COMO DEBATE. Cien años de la reforma de Pedro Figari en la Escuela Nacional de Artes y Oficios. Una de las facetas menos conocidas del maestro fue motivo de una muestra en el museo que lleva su nombre (El obrero artesano. La reforma de Figari de la enseñanza industrial), constituyéndose en una puerta abierta a la reflexión en torno a los mitos fundacionales de la “Suiza de América”, al espacio museo como promotor de investigación, así como también a los cruces entre educación y política o la relación entre formación y proyecto de país en un momento donde el tema parecería no sólo mantener plena vigencia sino también ineludible necesidad de propuestas consistentes.
CINEMATECA. Una nueva crisis, o la misma de siempre agravada por su perdurabilidad, para el mayor archivo fílmico del país, que insiste en que la tarea de preservación del patrimonio, la mantención de un circuito alternativo de exhibición y la formación de espectadores debe contar con apoyos estatales sostenidos y suficientes para una tarea que es de interés público. La campaña de Cinemateca llegó a juntar más de 10 mil firmas y a contar con el apoyo explícito de figuras del cine y la cultura nacional e internacional –entre ellas la de Martin Scorsese, Robert Guédiguian, Ariane Ascaride, Mercedes Morán, Javier Rebollo, Norma Aleandro, Martín Sastre, Celina Murga, Mirella Pascual y Jorge Drexler–. El año termina con la inclusión de un apoyo en el presupuesto nacional y la firma de un convenio entre el Mec, la IM y Cinemateca.
EL RETORNO DE LAS NUBES. Tras años de clausura y abandono, y gracias a la Comisión de Amigos de Las Nubes, la casa de Enrique Amorim y su esposa Esther Haedo en Salto regresó a la vida artística que supo ser su seña, y es hoy un centro cultural. A su vez, y en sociedad con la comisión, tres jóvenes salteñas –la cineasta Alicia Cano, la escritora y guionista Inés Bortagaray y la productora Lucila Bortagaray– presentaron a los Fondos Concursables, primero, y a los Fondos de Incentivo Cultural, después, un proyecto destinado a divulgar y fortalecer la obra del salteño. El proyecto incluye un “audiovisual testimonial” –así lo definen– de 35 minutos sobre el escritor y la instalación de una página web de Las Nubes en tanto sitio oficial de la casa. Buenas nuevas para todos. Pero para Salto y para el siempre esquivo Amorim, en particular.
EL PIBE. Carlos Maggi hizo su salida en una noche con la conciencia teatral del gran dramaturgo que fue. Sin mengua ni transición pasó del centro de la escena, que en su caso era el país, al centro de la memoria colectiva y de la historia de la cultura uruguaya. En su dorada juventud había compartido casa junto a su flamante esposa, la escritora María Inés Silva Vila, con otra pareja de jóvenes intelectuales, Ángel Rama y la poeta Ida Vitale. En rara simetría, este año el premio Reina Sofía a Ida y la desaparición de Maggi clausuraron en esas dos formas del fin, que son la consagración y la muerte, el largo devenir de la generación del 45. Maggi fue un producto raro en su generación, uno que evitó la crítica aunque frecuentó el periodismo. Escribió en casi todos los géneros, pero destacó como uno de nuestros mejores dramaturgos, fue además un intelectual versátil, aggiornado, mediático y, como tempranamente vio Real de Azúa, un “preocupado”. Aunque sus modos afables y renacentistas cortejaban la seducción y evitaban la confrontación personal, ejerció sin ambages la polémica de ideas, esas que tantas veces no compartimos, y que sería injusto eludir al evaluar su figura.
MINGO FERREIRA, PREMIO FIGARI. El principal premio nacional a la trayectoria en artes plásticas y visuales fue otorgado a Domingo (“Mingo”) Ferreira, que inicia una destacada carrera gráfica en Marcha y continúa su participación a lo largo de cinco décadas en importantes medios de prensa de Uruguay, Argentina y España. Sus tenaces aportes a la plástica, su relación entre imagen y palabra, así como sus aportes a la investigación y la docencia, desdibujan los ficticios mojones que proponen separar “ilustración” y “arte” en favor de una expresión total y comprometida.
CINE DE ISRAEL. La esposa prometida (Israel, 2012). Otra verdadera rareza, sobre una familia y una comunidad de la ortodoxia judía, un mundo de severas tradiciones en el cual, y en base al cual, la directora y guionista Rama Burshtein es capaz de armar una situación dramática con elementos de extrema contención, que expresan perfectamente los conflictos interiores, esos sentimientos que ninguna tradición puede del todo domesticar. Un ritmo calmo, muchos planos quietos con una luz constante, actores muy expresivos, logran una rara seducción en la pintura de un mundo regido por reglas ancestrales. Burshtein parece demostrar que esas reglas, que para un occidental laico pueden resultar corsés, constituyen una estrategia de amor para poder seguir con la vida.
NOBEL DE LITERATURA. Nacida en Ucrania y crecida como bielorrusa, la ex soviética Svetlana Alexievitch obtuvo el premio Nobel de literatura. Irritando a los puristas de una distinción que parecía reservada para narradores, poetas y a lo sumo dramaturgos, es la primera vez que se entrega a una periodista cuya obra está formada, enteramente, por libros de no ficción. Por ahora sólo dos están disponibles en español (Voces de Chernobil y La guerra no tiene rostro de mujer), aunque la editorial Debate, del grupo Penguin Random House, anuncia para junio de 2016 Los chicos de latón y para 2017 Los últimos testigos. Del anunciado para junio hay otra traducción independiente, con el título Muchachos de zinc, realizada por la uruguaya Marta Saxlund.
CONFLICTO DE ASOPROD. La movilización en la plaza Independencia fue una de las medidas clave en el conflicto de la Asociación de Productores y Realizadores de Cine y Video del Uruguay (Asoprod) de este año. Ahí se posicionaron frente a la Torre Ejecutiva, junto a otras organizaciones adherentes, con la consigna de “apagar las últimas luces del cine nacional”; el reclamo señalaba la depreciación radical del Fondo de Fomento Audiovisual por su congelamiento desde 2008. La serie de movilizaciones y reuniones a nivel parlamentario derivó finalmente en la aprobación por la Cámara de diputados de un artículo que agrega 18 millones de pesos al fondo, ajustándolo así al valor que debería haber tenido si se hubiera reajustado por Ipc año a año. Los resultados no fueron los mejores: no se ha implementado una herramienta para reajustes futuros y el conflicto podría resurgir una vez más en el corto plazo. La situación dejó en evidencia el interés casi nulo por parte de la clase política respecto a un sector en pleno desarrollo.
FELIZ AÑO, DÉJEME EN PAZ. Rubem Fonseca y Dalton Trevisan cumplieron 90 en la ley propia. Fonseca recibió de amigos un libro homenaje del que se hicieron 25 ejemplares, publicó en la prensa un poema y fue blanco de críticas duras por Histórias curtas.“No se esperaba un libro tan frágil de quien construyó una obra fuerte y duradera.” Otros opinaron lo mismo: el maestro del relato urbano se abarata, “vai para o sebo”. Aunque impiadosos, los comentaristas no olvidaron que a partir de 1963 Fonseca renovó la narrativa brasileña con libros (entre ellos Feliz año nuevo) que fueron bestsellers. Logró que el relato entrara en una vertiginosa agilidad visual y que la lengua fuera un arma liviana y potente. Hasta que fueron publicados tres videos en Youtube (en Lisboa, Lima y Rio), el escritor vivió en reserva, oculto, al margen de la cultura de la imagen. El día del cumpleaños los fotógrafos capturaron a un veterano erguido que paseaba por su barrio (los periodistas no le arrancaron palabra). El otro nonagenario premio Camões de la lengua, también fotografiado con zoom, fue más arisco.“‘No soy Dalton’, dijo con firmeza” Dalton Trevisan cuando lo abordó, en una calle de Curitiba, en mayo, un periodista de Folha de São Paulo, periódico que preparaba una edición especial sobre el cumpleaños 90. “Ya sé que usted estaba asediando a mis amigos. Déjeme en paz”, agregó el escritor. En los últimos diez años Dalton publicó siete libros, el último O beijo na nuca, y hace más de cuarenta que no da entrevistas.
ESPACIOS EXPOSITIVOS 2015. La permanencia y fortalecimiento en el circuito artístico de dos espacios expositivos de definido y particular perfil como son el Espacio de Arte Contemporáneo y el museo Figari, que cumplieron recientemente sus primeros cinco años de existencia, así como la reapertura del museo Gurvich, son bienvenidas apuestas dentro de la oferta cultural capitalina. A la vez que evidencian la necesidad de una profunda reflexión general acerca del estado de salud, accesibilidad, nivel de integración y centralización o no de los espacios expositivos públicos y privados, y sus capacidades generadoras de propuestas en tiempos de contracción económica.
“EL PEQUEÑO QUINQUIN.” Así como Dos días, una noche supo colmar la sala de Cinemateca 18 en la apertura del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, prácticamente nadie fue a ver otra de las grandes películas del año, El pequeño Quinquin, del cineasta francés Bruno Dumont, estrenada ahí mismo. El público uruguayo es incomprensible y parece asistir casi arbitrariamente al cine, pero cierto es que la película (en rigor, una serie de cuatro capítulos) no tuvo difusión en la prensa y su visionado en cine requería cierta paciencia; los 200 minutos de la serie se proyectaban de corrido y sin interrupciones. El policial, negrísimo y sorprendentemente hilarante, ya descoloca desde su punto de partida: en un pueblo costero una vaca es encontrada en un búnker inaccesible, muerta; luego de realizarle una autopsia, se descubre que en su interior hay restos humanos. La increíble fauna de personajes –comenzando por los mismos investigadores– y un comportamiento general rudimentario y semisalvaje disponen una gran alegoría sobre la condición humana: la mirada de los niños esconde crueldades insondables, así como una estremecedora ternura.
FLAMENCO EN EL AUDITORIO. Para los amantes de la danza y del flamenco y sus palos, en particular 2015 será recordado como el año en que Carmen llegó a Uruguay de la mano de una de las mejores troupes de danza del mundo, sino la mejor, la Compañía Antonio Gades. Hay que celebrar esta producción que trajo al Auditorio Nacional un clásico de la danza española, fruto de la colaboración entre el legendario Gades y el cineasta aragonés Carlos Saura. Imposible olvidar el derroche de energía, talento y sensualidad (como lo requiere el personaje de Prosper Merimée) de María José López, en el papel de la mítica Carmen, así como su arrolladora presencia y la de todo un elenco de primer nivel internacional hoy bajo la tutela artística de Stella Arauzo.
POESÍA Y PREMIOS. La poesía uruguaya es un territorio de mujeres poetas. Las dos justificaciones actuales más contundentes de esa afirmación inexacta son Ida Vitale y Circe Maia. Merecedora del esquivo Cervantes, Vitale recibió en España el Reina Sofía de poesía iberoamericana. Por su parte Maia fue distinguida por el Gran Premio a la Labor Intelectual del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay (Mec). También el Mec otorgó el Premio Nacional de Literatura en poesía inédita, de manera póstuma, a Enrique Bacci. La Cámara del Libro entregó a Jorge Arbeleche el Bartolomé Hidalgo a la trayectoria.
VALENTÍA EDITORIAL. Entre los destacados del año en materia de publicaciones dedicadas a las artes visuales, podemos mencionar la necesaria compilación de ensayos sobre arte contemporáneo desde América Latina (Dislocaciones, Yaugurú, 2015), de Gabriel Peluffo Linari, y el esfuerzo editorial emprendido por Banda Oriental en la presentación corregida y aumentada de la vigente Historia de la pintura uruguaya, del mismo autor. Tampoco resulta menor, en este sentido, que el premio Mérito Editorial de la Cámara del Libro haya recaído en el programa de publicaciones del Mnav y en la revista de artes visuales La Pupila, que en un poco frecuentado formato de distribución gratuita ha logrado posicionarse durante ocho años como referente en la difusión del arte y la cultura.
NANNI MORETTI. Mia madre (Italia/Francia, 2015). Nanni Moretti está ahí, como en todas sus películas, casi todas cruza de autobiografía y de cine, pero quien viene a hacer de él es una mujer –encarnada por Margherita Buy– que dirige una película de cariz político a la vez que cuida a su madre agonizante, mientras él se reserva el papel de discreto hermano. El asunto es serio, pero el humor de Moretti igual aparece en las instancias de rodaje, que siempre pueden contener el disparate, y menos felizmente, en los desplantes del star de Hollywood que Turturro encarna con total fidelidad a sí mismo. Es que el mundo y el trabajo y sus presiones no se detienen aunque uno tenga que ver cómo se apaga la vida de la madre.
LA TEVÉ ONLINE ES NARANJA. Si alguien le dice que Orange is the New Black es una serie de mujeres en la cárcel de subtema lésbico, no salga corriendo, pues se perderá una serie excelentemente guionada, con una galería de personajes inolvidables, humor inteligente y actuaciones memorables (Uzo Aduba, Danielle Brooks). La serie producida por Netflix lanza su cuarta temporada en abril de 2016 y se las ha ingeniado para mantener un flujo constante de subtramas inesperadas en un mundo construido casi por entero dentro de los muros de la penitenciaría de Litchfield. Orange is the New Black es hoy la serie que se permite más chistes de base racial, social, religiosa y de género u orientación sexual en un mundo que ha perdido el sentido del humor en el altar de lo políticamente correcto. Y que no tiene el menor empacho en plantar en medio de la celebración del Día de la Madre un funeral de fetos abortados, no teme dedicar largos tramos a la discusión de una demencial novela de ciencia ficción erótica y que logra volver interesantes hasta las disquisiciones sobre la forma que adquiere el vello púbico cuando se acumula en las esquinas de la ducha.
CINE CON VIÑETAS. Una paloma sentada en una rama reflexiona sobre la existencia (Suecia, 2014), toda una rareza para el público en general aunque su formulación es de una extrema sencillez. No se parece a nada, aunque algunos hayan creído encontrar similitudes con el Buñuel de El ángel exterminador, escenas de Jacques Tati o algunos pasajes de Aki Kaurismaki. Treinta y nueve viñetas que remiten a un cuadro de Brueghel el Viejo y que el realizador sueco Roy Andersson registra con una cámara fija, en cuidadosos encuadres generales dentro de los que los seres humanos pasan, bailan, hablan por teléfono, discuten, se mueren, etcétera. La “comedia humana” en manifestaciones mecánicas, absurdas, plenas de humor negro.
CAETANO Y GIL. Quizá no haya ningún par de músicos vivos que reúna tanto peso histórico como Caetano y Gil, que alcanzaron Montevideo (Velódromo) en su gira Dois Amigos, um Século de Música. El título refiere a la suma de medio siglo de trayectoria musical en la que esos dos bahianos torcieron el devenir de la música brasileña, incluso de la cultura brasileña en general, con repercusiones internacionales. El espectáculo es sumamente despojado: sólo los dos, con sus guitarras, acompañándose mutuamente con el swing y la inteligencia interpretativa sobrecogedores que nunca dejan de asombrar, y revelando en esas versiones esqueléticas nuevas facetas de un sinfín de clásicos de la vanguardia pop.
BALLET DEL SODRE. 90 mil espectadores, 70 mil entradas vendidas, una recaudación de 30 millones de pesos, 15 millones de pesos en patrocinio, 87 presentaciones y seis producciones hacen de 2015 un año productivo para el Ballet Nacional del Sodre. Pero no serán los números, sino sus más brillantes presentaciones lo que perdurará en la memoria de los espectadores, como la notable puesta en escena de Romeo y Julieta (con vestuario y escenografía realizados en los talleres del Sodre) que puso broche de oro a la temporada. El año comenzó con el montaje de Coppelia, y nuevamente se programaron Giselle y El Corsario. De Episodios nocturnos coreográficos cabe destacar Episodios sobre un mismo tema de Andrea Salazar. Por lo demás, la Gira 80 Aniversario llevó a la compañía por el interior del país con una obra completa, y también a México, Tailandia, Israel, Colombia, Argentina, Brasil y Chile.
DOCUMENTALES URUGUAYOS. El documental uruguayo vive y lucha, y hay varios ejemplos que serán recordados. Lo particular de Niños de cine (Uruguay, 2015), dirigida por Carlos “Kico” Márquez, es que, como Tus padres volverán, de Pablo Martínez Pessi, aborda un fenómeno del ayer, con toda la expectativa, las vivencias concretas y el deslumbramiento que entonces significaron, pero atendiendo a sus prolongaciones en el hoy. No historias privadas y particulares –motivo de otros documentales, caso de El hombre nuevo–, sino instancias que tienen que ver no sólo con mucha gente sino con la vida misma del país, con sus asuntos públicos pero compartidos, sus soluciones inventadas en la creatividad de la esperanza o la resistencia.
¡UY HISTORIETAS! La historieta nacional hace ya tiempo que ha dejado de ser eternamente emergente y ya ocupa un lugar bastante abultado en colecciones, bibliotecas y librerías de nuestro país. 2015 no ha sido la excepción, con lanzamientos a lo largo de todo el año, aparición de nuevos creadores y afianzamiento de varias plumas (las que dibujan y las que escriben). La variedad de géneros y estilos habla de una gran vitalidad del medio y el cuidado creciente de los guiones, de la madurez de creadores que sin perder el entusiasmo buscan algo más que lanzarse a producir. Crónicas del inxilio, de Silvio Galizzi y Esteban Tolj; Osoconalas, de Lucrecia de León, Firebunny, de Pablo Fernández, Pancho, el pitbull, de Neal Wooten y Nicolás Peruzzo, Sangre y sol, de Abel Alves y Nahus, El oro del zar, de Santullo y Vergara, ¿Qué he ganado con quererte?, de Alejandro Farias y Junior Santellán, y Tupamaros: la fuga/ 1971, de Roy y Lauri Fernández, son sólo algunos de los títulos imprescindibles para tener un panorama del año en historieta. Una mención aparte merece De Margarito a Sandalio. 40 años de historietas uruguayas, un recorrido por la obra de Álvaro, a quien todos conocerán seguramente por su personaje más famoso desde las páginas de Guambia, pero a quien este libro de alguna manera pone en una perspectiva muchísimo más amplia.