Cuando en 1802 el entonces cónsul de Francia Napoleón Bonaparte instituyó la Legión de Honor, máxima distinción francesa, civil y militar, hubo quienes lo criticaron señalando que estas condecoraciones eran poco más que “chupetes para adultos”. Napoleón respondió que era “gracias a estos chupetes que los hombres me siguen”.
Desde entonces, la medalla se otorga a científicos, a militares partícipes en grandes hazañas y a toda clase de personalidades, destacadas por una razón u otra. Entre los artistas que recibieron la insignia se encuentran Walt Disney, Steven Spielberg, David Lynch, Clint Eastwood, Emir Kusturica, Sean Connery, Joan Baez, Joan Manuel Serrat, Céline Dion, Cesária Evora.
Pero mucho más interesante que la inacabable lista de premiados es la de quienes rechazaron la distinción, y entre ellos se cuentan Brigitte Bardot, Simone de Beauvoir, Georges Bernanos, Albert Camus, Marie y Pierre Curie, Guy de Maupassant, Jacques Prévert, Maurice Ravel, Jean-Paul Sartre, Thomas Piketty. Y si bien la polémica desde un comienzo la circundó, hay quienes hoy la consideran un sinsentido absoluto y prácticamente una maldición; en 2012 el ex ministro Henri Torre la rechazó señalando que actualmente se le entrega a “cualquiera”, y que “los incorrectos y los deshonestos deberían estar excluidos”, refiriéndose a que fue dada a personas implicadas en casos de corrupción. Cuando el ex ministro comunista Jack Ralite figuró también en la lista de los premiados, su desplante fue aun más enérgico: “Me negué en tres ocasiones a aceptar la distinción cuando en Francia gobernaba una coalición de izquierda. Sería absurdo que la aceptara cuando el país está regido por la derecha más rancia”, en alusión al entonces gobierno de Sarkozy.
Ahora quien este 8 de marzo protagonizó la negativa fue la actriz y directora Sophie Marceau. Su rechazo manifiesto se debe a que la semana anterior también le había sido otorgada la misma distinción al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed ben Nayef, responsable, como secretario de la gobernación de ese país, de la ejecución de unas 70 personas desde principios de este año. En su Twitter la actriz publicó: “he aquí por qué rechacé la Legión de Honor”, y a continuación un enlace a un artículo publicado en Le Monde, titulado “Arabia Saudita: Legión de Honor y decapitaciones”; allí se señala cómo el país cliente de la industria armamentística francesa continúa multiplicando las violaciones a los derechos humanos en sus territorios, y es hoy el tercer mayor verdugo del mundo, luego de China e Irán. A la decisión del presidente François Hollande de condecorar al saudí se vienen sumando otras voces en contra, por parte de un sinfín de periodistas, artistas e intelectuales.