Entre las que manejan planes de gran envergadura figuran la telefónica AT&T y las cadenas hoteleras Starwood y Marriott. Arne Sorenson, presidente de Marriott, estará en La Habana al mismo tiempo que Obama, entre el lunes 20 y el miércoles 23. “Somos optimistas en que vamos a obtener pronto luz verde del gobierno estadounidense para tener hoteles bajo la bandera Marriott en Cuba”, dijo uno de los portavoces de esa cadena al Wall Street Journal. En cuanto a AT&T, tiene en preparación la firma de un “acuerdo global” con la estatal cubana Etecsa para hacerse cargo de servicios de roaming. AT&T se sumaría en ese sector a otras dos empresas estadounidenses que ya operan en Cuba, Sprint y Verizon Wireless. Las negociaciones se iniciaron hace algunos meses y estarían a punto de cerrarse, según el diario. Otra de las firmas ya instaladas en Cuba es Airbnb, operadora por Internet de servicios de alquiler de casas y apartamentos con fines turísticos, que está ampliando su oferta. En materia de transporte, se espera que en la próxima temporada de verano comience a operar un servicio de ferri entre La Habana y costas del estado de Florida y que haya vuelos directos entre los dos países. Sectores del gobierno de Obama sostienen que la “transformación” de Cuba se producirá mucho más rápido por la vía de la influencia económica y el comercio que a través de la modificación del aún vigente embargo, que esta administración pretende levantar pero choca con los republicanos dominantes en el parlamento estadounidense. El tema del embargo será uno de los dominantes en los encuentros de Obama con autoridades cubanas la semana próxima.