La tecnología ha permitido quitar de circulación parte del dinero en efectivo, lo que al parecer garantiza, entre otras cosas, la seguridad física de las personas. Tanto así que el gobierno uruguayo se dispone a retirar el pago en efectivo de los servicios de transporte y en las estaciones de servicio como forma de evitar los robos.
Si bien todo indicaría que se trata de una buena idea, algunos teóricos y estudiosos de la economía lo consideran un riesgo, como es el caso de Dominic Frisby, escritor británico especialista en el mundo financiero. En entrevista con Bbc Mundo aseguró que “acabar con el efectivo para darle paso a mecanismos de intermediación electrónica le dará demasiado poder a los bancos”, y puede ser considerado una “amenaza a la intimidad de la gente”, ya que “excluirá todavía más a los pobres de la actividad económica”.
Considera que lo peligroso de esta nueva tendencia es que “coloca aun más poder en el sector financiero para procesar todas las transacciones que ya no se harían por medio de monedas y billetes”. Enfatiza en que “al impedir que se use el efectivo, desde el punto de vista filosófico, se está quitando una libertad, una opción”. Este especialista asegura que vivimos en un mundo donde la riqueza está pésimamente distribuida, y le preocupa que una sociedad sin dinero en efectivo pueda ser aun más injusta: “El sector financiero es excluyente, mientras que con el dinero en efectivo cualquier persona puede participar”.
Otro de los riesgos sería el de perder el derecho a la privacidad: “En mi opinión, las finanzas ocupan un lugar demasiado grande en nuestras economías. ¿Queremos que ahora controlen como intermediarios todos y cada uno de los pagos que hagamos? Creo que es un error”. Además acota que “la manera en que gastas tu dinero dice más sobre ti que cualquier otra cosa. Ahora, estas organizaciones, y probablemente también los gobiernos, tendrían acceso a toda la información acerca de cómo gastas tu dinero”.
Frisby escribió en una columna de The Guardian que el efectivo permite a sus usuarios comprar, vender y almacenar su riqueza, sin depender de ninguna otra persona: “pueden permanecer fuera del sistema financiero, si así lo desean”. Una posible alternativa que considera aplicable es el uso del efectivo digital, los bitcoins, que pueden mitigar estos riesgos al ser utilizados sin intermediarios. Pero quienes intentan eliminar el dinero en efectivo sostienen que la falta de regulación de esta moneda virtual podría prestarse para actividades ilegales e irregulares, como el lavado de dinero.
Sea como fuere, el sistema económico parece ir cambiando acorde a la evolución tecnológica. “En algunos países veremos la desaparición total del efectivo –reflexiona Frisby–. Yo mismo lo uso cada vez menos. Pero eso no quiere decir que debamos erradicar del todo esa opción.”
En el caso de Uruguay se trata de toda una transformación cultural, ya que según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas, si bien el uso de dispositivos electrónicos ha aumentado, la mayoría de los uruguayos (cerca del 75 por ciento) prefiere seguir usando efectivo o cheques, a pesar de tener otras opciones. Sólo 12 por ciento del consumo se abona con tarjetas de crédito, mientras que otro 5 por ciento se paga con tarjeta de débito. Y el resto –entre un 7 y 8 por ciento– son débitos automáticos.