El gobierno turco sospecha, pero no afirma, que el Estado Islámico (EI) fue el mentor del atentado del martes en las puertas del aeropuerto de Atatürk. Los tres terroristas que actuaron podrían haber sido integrantes del independentista kurdo Pkk, podrían haber sido del Frente Nisra, de una rama de Al Qaeda, del Hizbollah turco, del marxista Dhkp/C, o de otras formaciones de la extrema izquierda o de la extrema derecha. Estas últimas fueron creadas, y renovadas, en 1968 cuando el malestar comenzó en Turquía, en coincidencia con el mayo francés, en una república fundada en 1923 por el nacionalista y gran estratega Kemal Mustafá.
Como la prensa turca trabaja bajo fuerte censura y se le prohibió filmar y fotografiar el atentado, se cuenta sólo con las filmaciones caseras, suficientes para mostrar que aquello fue una carnicería. En cuanto a las víctimas, las cifras varían: la tevé turca informa de 31 muertos y 147 heridos, la Bbc de 41 muertos y 230 heridos, el gobierno turco de 28 muertos y 60 heridos. En lo que sí coinciden en su mayoría es en que se trata del mayor acto de terror sufrido en territorio turco.
El calendario fue quien dio la señal de alerta: se está ante el mes del Ramadán, en el que se ayuna desde el alba hasta el ocaso, y Turquía es un país musulmán (de mayoría sunita), el único que integra la Otan aunque no aún la Unión Europea. Se está manejando la hipótesis de que el grupo de tres personas que atacó en la entrada del aeropuerto “muy probablemente” le estaba abriendo paso a un contingente de hasta 35 combatientes del EI, para provocar un daño sin duda mucho mayor en el lobby de la terminal de Atatürk, por el que pasan 165 mil personas diariamente. La fuente es “un alto oficial de inteligencia” citado por la cadena Msnbc el miércoles 29. En esa misma edición, el analista de gestión de riesgos Anthony Roman señaló que este atentado se caracterizaba por una creciente sofisticación del proceder, probablemente del Estado Islámico (en tanto los agresores tenían muy en cuenta, al parecer, las enseñanzas de los dos ataques cometidos en el aeropuerto y el tren subterráneo de Bélgica el 22 de marzo).
Tanto en Cbs this morning como en Msnbc, el miércoles expertos entrevistados coincidían en que hay similitudes operativas entre los atentados de marzo en Bélgica y este del martes en el aeropuerto de Atatürk, y señalaban la ventaja que la represión turca había sacado de la experiencia europea, dado que extendió el perímetro de seguridad a las puertas de la terminal aérea. Parece haber resignación en lo que un alto jefe de inteligencia de Estados Unidos no especificado dijo a Msnbc: “Nuestro largo verano de descontento acaba de comenzar”.