Polaroids es una banda nacida en 2007 que se autodenomina “grupo indie pop” y a la vez “una banda de auto gestión independiente y amplia en su música”. Esa gestión independiente es notoria en este segundo disco,1 que es una edición propia con el siempre trascendente apoyo del Fonam, grabado entre diciembre de 2013 y julio de 2014 y que cuenta con la producción del notorio Max Capote.
Para este disco –que ya tuvo su presentación oficial en mayo de 2015 en el Centro Cultural de España– la banda está integrada por Federico Acosta en guitarra y voz, Federico Pugliese en guitarra, Alex Albornoz en bajo, Javier Silva en batería y en teclados un auténtico histórico del rock uruguayo como Martiniano Olivera, que en los años ochenta integrara una banda de primera línea como Zero.
En vivo la banda incorpora un cuidado trabajo visual, redondeando entonces eventos que no sólo apuntan a lo musical.
En una primera audición el disco refiere a sonidos directamente llegados de los setenta y los ochenta, pero no únicamente a eso. Encontramos elementos de pop, post punk y hasta sicodelia.
Los arreglos y la propia voz del cantante solista muestran reflejos de grupos como Babasónicos, pero también de músicas que vienen de mucho más atrás como Miguel Abuelo y hasta Raúl Porchetto.
Todo ello demuestra que los integrantes de Polaroids han escuchado mucho y bien, y de todo eso hacen una síntesis muy personal e interesante.
La voz solista funciona muy bien, con mucha entrega y muy buena afinación, y los arreglos instrumentales, especialmente cuidados, dan una atmósfera justa a las líneas melódicas.
Lo único que puede apuntarse en el debe es esa cierta tendencia, en algunos de los temas, a mezclar la voz demasiado atrás, demasiado integrada a los instrumentos, lo que sumado al decidido uso del reverb hace que los textos por momentos se pierdan un poco. De todas formas se trata de un detalle mínimo que en modo alguno afecta el total del disco.
Interesante de punta a punta, este disco contiene asimismo unos cuantos temas dignos de destaque. “Marte” abre el disco con mucha fuerza y una luminosa melodía; “Papagayo”, muy recordable, tiene un riff de guitarra muy pegadizo. Hay algunas baladas muy bien resueltas como “Moneda” y “Alba”, mientras “Caminos” propone un clima muy sugestivo, tanto en lo instrumental como en lo vocal.
Aun tratándose de una edición independiente, queda claro que ningún detalle ha sido descuidado y por ello el propio diseño gráfico de carátula es un atractivo más. Se trata de un CD que suena realmente bien y que fue masterizado en Puro Mastering de Buenos Aires.
Polaroids es una buena banda y Caminos un buen disco que se anima con sonoridades pop que a veces, por simple prejuicio, son obviadas por otras bandas.
Es de esperarse que ese desprejuicio y amplitud de miras sigan vigentes en futuros trabajos de esta banda que se para con sus propios pies en la escena del rock uruguayo.
Caminos. Polaroids. 2015