Otra transgresión - Semanario Brecha

Otra transgresión

El espectador promedio está acostumbrado a ver que en el cine las mentiras sean poco menos que pecados mortales. Seguramente es por esto que resulta tan raro y hasta incómodo dar en la pantalla con personajes que mienten prácticamente todo el tiempo, como en esta película “Las toninas van al este”.

El cine dominante (léase estadounidense) le tiene fobia a los mentirosos. Una pequeña mentira piadosa puede llegar a ser un motivo de culpa y de discusiones eternas y enfermizas, tanto en dramas serios como en películas livianas y de género. A veces las grandes redenciones tienen que ver con sincerarse y decir toda la verdad, siendo esa verdad el fin en sí mismo y sin contemplar los daños o las consecuencias que podrían ocasionar las palabras. Lo cierto es que el espectador promedio está acostumbrado a este tipo de moralinas, y a ver que en el cine las mentiras sean poco menos que pecados mortales. Seguramente es por esto que resulta tan raro y hasta incómodo dar en la pantalla con personajes que mienten prácticamente todo el tiempo, como en esta película.1

Pero la mentira suele ser muy cinematográfica, no sólo en el sentido de que se requieren ciertas herramientas para dar a entender que la mentira sea tal, sino también porque vuelve al espectador partícipe de una situación en la que tiene más información que alguno de los interlocutores. Además, una mentira puede ser mucho más elocuente que mil verdades, ya que muchas veces deja entrever ciertas características de la personalidad y la psicología de quien la dice. En este sentido, el abordaje aquí remite a la gran Flacas vacas, de Santiago Svirsky, en la que un grupo de mujeres también era enfocado, enfatizando cierta dimensión imperfecta, cuestionable y continuamente incómoda de los seres humanos. Aquella película también era coguionada por la actriz, dramaturga y directora Verónica Perrota, lo que demuestra un perfil coherente, dotado de una mirada incisiva y cuestionadora sobre los comportamientos y las relaciones interpersonales. No es el único nombre de peso tras las cámaras, Las toninas van al este fue codirigida y coguionada por Gonzalo Delgado, quien también fue coguionista en películas como 25 watts, Whisky, La vida útil, Tres y El apóstata, así como director de arte en tantas otras.

A priori también puede ser chocante la propensión de ambos protagonistas a los exabruptos y a la estridencia amanerada, pero de a ratos también se perciben, en las interpretaciones de Perrota y Jorge Denevi, ciertas subidas en el tono de la voz, no como resultado lógico de las situaciones sino más bien como si ambos estuvieran proyectándola para una sala de teatro. En cambio, tanto César Troncoso como Fernando Amaral dan, en breves y sólidas apariciones, con el tono justo para un registro creíble.

Es ciertamente notable la escena en la que ella está por tener sexo con el taxi-boy encarnado por César Troncoso, y en la que, por encontrarse en una situación desconocida, no sabe bien qué mentira inventar, o mejor dicho, detrás de qué fachada cobijarse, cuando en realidad la situación ni siquiera lo amerita. Cuando ella por fin se desdice y le dice la verdad –al taxi-boy, a quien evidentemente le da lo mismo–, parecería estar teniendo una suerte de liberación, quizá sincerándose consigo misma. De la misma manera, las selfies que sucesivamente se saca –y en las cuales su sonrisa resulta cada vez más forzada– parecen referir a esa clase de mentiras, socialmente extendidas, por las cuales uno se esfuerza en exhibir una felicidad fingida. La protagonista –como casi todo el mundo– intenta tapar con un manto idílico ese cúmulo de frustraciones, estrés, entredichos y discusiones que forman la cotidianidad. Las mentiras se ven así como mecanismos de defensa, enarboladas para dar una imagen diferente a una realidad que quizá no satisface.

Perrota y Delgado han logrado una película a medio camino entre la comedia y el drama, inteligente, con personajes complejos y también queribles a su manera. Nada menor, con buen ritmo y un notable sentido del humor.

  1. Las toninas van al este. Uruguay/Argentina/Alemania, 2016.

 

https://youtu.be/WwORi-8KokM

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