En París, acaba de recibir el Max Jacob, por Ni plus ni moins, una antología traducida al francés por Silvia Baron Supervielle y François Maspero. En Granada los homenajes incluyeron la presentación de su Poesía reunida 1949-2015 (Tusquets), jornadas académicas en torno a su obra y lecturas de poesía y diálogo con estudiantes, poetas y periodistas que la uruguaya ha llevado con la asombrosa vitalidad de sus 92 años. El Lorca le fue concedido por unanimidad por reconocerla “una gran renovadora de las letras, así como una de las más vanguardistas de la poesía en español”.
La prensa española da cuenta del fervor generalizado que ha despertado su presencia. España mima a la poeta que corresponde con sus recuerdos de su maestro José Bergamín y de Juan Ramón Jiménez a quien, ha dicho, ha vuelto después de mucho tiempo de preferir a Machado. La memoria del poeta Enrique Fierro, su esposo por casi cincuenta años, fallecido hace un año, es recurrente en las entrevistas y ha dicho que así ha sido en lo que escribe por lo que “si sale otro libro de poesía, será de un tono muy diferente al que estaba acostumbrada hasta ahora”. También ha dicho que está escribiendo sus memorias mexicanas, en un acto de gratitud debida al país que la acogió durante una década de exilio.
En julio, Ida Vitale estará en Montevideo como invitada especial del II Simposio de la Sección Cono Sur de Lasai y habrá un acto con lectura de poemas abierto a todo público. Será una oportunidad de homenajear a esta gran poeta en su casa y una señal de bienvenida, ya que también ha anunciado que regresa a vivir en el país donde están sus hijos.