Lejos de México donde terminó sus días asesinado por la larga mano de Iósif Stalin y más lejos aún de la revolución rusa donde supo comandar con mano firme al ejército bolchevique, Lev Davidovich Bronstein tiene voz y voto en Argentina. Es que se trata del único país latinoamericano donde crece el trotskismo, tanto dentro del movimiento sindicalista como sobre un terreno electoral burgués. La mayor fuerza política trotskista del país, el Frente Izquierda y los Trabajadores (Fit), tiene sus principales bastiones en Salta, Mendoza, Neuquén y Buenos Aires, provincias especialmente sacudidas por el ajuste neoliberal de los años noventa y donde se explotan los pozos petroleros de la estatal Ypf, cuya privatización por el menemismo generó tal desempleo que convirtió a pueblos enteros en imágene...
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