Un David y un Goliat. El simbolismo era extrañamente casual. El despliegue militar frente a jóvenes, a veces niños, cuyas únicas armas eran piedras, generó solidaridad con los palestinos en todo el mundo. En diciembre de 1987 nació un levantamiento social rico y diverso que duraría varios años y sentaría las bases de la sociedad civil palestina.
Cientos de niños y jóvenes con los brazos extendidos lanzando piedras contra los tanques de guerra o levantando barricadas en las calles. Alrededor de ellos se levanta el humo negro del fuego que encendieron para detener al ejército israelí. Las calles de la Franja de Gaza y Cisjordania están tomadas. Ni las balas de plomo ni los gases lacrimógenos o los fuertes chorros de agua de los camiones hidrantes detienen a esa multitud. Las imágenes dieron ...
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