—Deben ser la organización social más antigua del oeste montevideano.
—Me parece que no, hay anteriores; el que sí debe ser pionero en los medios de prensa de la zona es el periódico barrial El Tejano, que dio origen a la organización civil del mismo nombre en agosto de 1989. Y cinco años después fue acompañado, en esa tarea, por la radio comunitaria El Puente. Hicimos coincidir la fecha fundacional de la organización civil con la de la publicación del primer ejemplar del periódico El Tejano. A estos medios agregamos, después, centros juveniles, un SOCAT y el Centro Cultural Espacio T, en el corazón de La Teja, donde además funciona un tablado de carnaval que gestionamos junto con el Club Social y Deportivo Arbolito.
—En treinta años una organización experimenta cuantiosas mutaciones, ¿qué objetivos fundacionales mantienen vigencia?
—No soy de los que estuvieron en los inicios, pero conozco en profundidad el proceso histórico que, como bien mencionás, tuvo múltiples cambios. El periódico El Tejano surgió en una sociedad uruguaya ávida por construir democracia apoyándose en los derechos humanos, y a instancias de un grupo de jóvenes, vecinas y vecinos de La Teja que comenzaron a reunirse para enfrentar, entre otros problemas, el de las razias indiscriminadas de la Policía. Los jóvenes del barrio entendieron que necesitaban un medio que proyectara la palabra, el sentir y las historias de las vecinas y los vecinos, en una época en la que no había Internet y el discurso de los medios masivos era más monopólico que ahora. Entonces, el diario El Tejano y la radio comunitaria El Puente surgieron como herramientas de comunicación de un barrio periférico, y a la vez como espacios articuladores y promotores de participación social. Comenzaba, en paralelo, el proceso de descentralización participativa inaugurado por el primer gobierno frenteamplista de Montevideo, en el que participamos activamente aportando al diseño de estrategias que aseguraran la participación juvenil en los gobiernos locales.
—¿Cómo financiaban el periódico?
—Cabe recordar que, salvo alguna etapa en la que lo cobramos al simbólico y solidario precio de 2 o 3 pesos, siempre fue de distribución gratuita y sin fines de lucro; al principio lo hacíamos a pulmón, en mimeógrafo, y luego tomó forma de revistita mensual a la que incorporamos publicidad para financiar su impresión, y le agregamos corresponsales en otros barrios, a los que capacitamos mediante talleres de periodismo. En la actualidad el periódico El Tejano integra, junto con El Puente Radio y El Puente TV, dedicado a audiovisuales, una tríada de medios disponibles en nuestro portal web.1 Y lo que no varió, desde el primer número, fue su vocación de vehiculizar participación y fortalecimiento social. En las primeras tapas publicábamos, siempre, fotos de clubes de baby fútbol –movida de gran arraigo en la zona–, apostando a promover, también desde la gráfica, identificaciones y reencuentros.
—¿Hoy la comunicación tiene más relevancia, para la organización, que otras líneas de trabajo?
—No, los tres ejes de trabajo de la organización civil El Tejano –comunicación, jóvenes y cultura– revisten la misma importancia en nuestro accionar y lo transversalizan. La pandemia del coronavirus nos obligó a repensarnos y ajustar nuestros formatos de comunicación, por ejemplo, la virtualización de la vida impuesta por el aislamiento forzoso; de ese esfuerzo surgió, entre otros dispositivos, el portal web.
—En el eje de trabajo cultura, ¿qué escenas estimulantes para el equipo responsable de El Tejano podés citar?
—El año pasado presentamos el libro El Tejano, 30 años. Personajes de mi barrio, que editamos por las nuestras y presentamos en el teatro Progreso, el antiguo cine teatro Miramar. El acto estuvo lleno de gente y derivó en una narración colectiva, porque vecinas y vecinos de todas las edades pedían la palabra para contar historias y anécdotas barriales. Hace años que organizamos, también, la muestra cultural Hacete oír, que convoca a La Teja, a distintos colectivos juveniles de Montevideo; uno de los que nos visitó fue de gurisas y gurises que hacían parkour, y terminaron generando un taller local de aprendizaje de esa técnica corporal. En un momento la radio comunitaria El Puente era la única afortunada, en todo el barrio, que poseía conexión a Internet; imprimíamos los correos que nos enviaban tejanas y tejanos por el mundo y se los acercábamos a vecinas y vecinos. Estudiantes del liceo 47 conducen en la radio, hasta hoy, un programa que sale en vivo por Instagram y redes sociales titulado Con Estilo 47 [véase entrevista del pescante a sus protagonistas el 21-VI-19]. Y, en 2011, radio El Puente recibió la visita de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet; hay foto de ese encuentro.
1. Disponible en: elpuenteportal.org.uy. Las y los referentes de espacios y medios de la organización civil El Tejano son Gabriela Solsona, Patricia Rodríguez, Diego Ruiz, Mateo Butin y Alejandro Martínez, y comparten la coordinación general Fernando Silva y Martín Martínez.