Si la literatura uruguaya no había sido pródiga en obras testimoniales, a partir de 1985, con el advenimiento de la democracia, el número de estos relatos se incrementó. Sobre todo, en lo concerniente a la lucha guerrillera, la resistencia a la dictadura, la cárcel y la tortura. En 1987, la editorial Monte Sexto publicó La niña, el chocolate, el huevo duro, de Ramona Caraballo,un libro que no forma parte de la vertiente directamente política, sino del corpus testimonial que involucra a otros grupos sociales, en este caso, la historia de una mujer que representa el rostro de la pobreza crónica, la injusticia social y la discriminación de género, los rasgos principales de su múltiple marginalidad.
Ramona fue «regalada» por su madre cuando tenía 4 años, con el pretexto, o la razón, de que no ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate