Viviana es madre de un niño de 11 años diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA). Para ella, el aporte que el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC) hizo a la vida de Matías (Tato) fue vital para su desarrollo y para la dinámica familiar. A Tato lo diagnosticaron a los 4. Junto con la noticia, a Viviana le tocó digerir quilos de información, porque hasta entonces sabía poco y nada del tema. En ese momento su marido trabajaba todo el día, por lo que los cuidados de Tato y los de su otra hija, dos años menor, pesaban, sobre todo, en sus hombros.
Por ese entonces la dependencia de su hijo era mucho más grande, por ejemplo, era impensable que pudiera pasar las cuatro horas de clase sin su madre sentada a su lado. Sin herramientas, sin formación y sin saber más que lo poco q...
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