La llamé Giulia, reciente novela de Miguel Ángel Campodónico, no narra una historia única, sino una serie de relatos que se entrecruzan con un propósito: contar una historia de amor. Varios asuntos que atañen al estudio de la literatura sobrevuelan el proyecto: la figura del autor, el concepto de autoría, la representación literaria, los problemas de la creación. Buenas razones para recurrir al procedimiento, tan cervantino, del manuscrito encontrado.
Ana Bogliasco tropieza con un rollo de papeles que cuentan la historia de una mujer innominada. La llama Giulia y, conmovida por la lectura, sube fragmentos a las redes. Un editor decide publicar una versión abreviada que titula Giulia. Sus confesiones. No conforme con el resumen, Ana cuenta la historia completa a un escritor profesional. El ...
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