Por un lado, los trabajadores exigen una mayor recuperación de la pérdida salarial ocurrida en la ronda «puente» del año pasado, en el entendido de que no se asegura que esta ocurrirá al final del período. En la otra vereda, las cámaras empresariales sostienen que se vulneró lo pactado en la última ronda y plantean la necesidad de una reducción de los laudos mínimos en algunos sectores para asegurar su continuidad. Mientras tanto, el gobierno defiende sus lineamientos al indicar que mantiene un equilibrio por ser criticado por ambas partes, aunque no sea este el único indicador que mira para la definición de los ajustes.
El punto de partida de las negociaciones para la mayoría de los sectores, de un conjunto que involucra a unos 465 mil trabajadores, es el de una pérdida del 4,2 por ciento...
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