Antes de alzarse este año, por Los abismos, con el premio Alfaguara de novela, la colombiana Pilar Quintana (Cali, 1972) ya era una escritora reconocida: había sido seleccionada por Hay Festival entre los 39 escritores menores de 39 años más destacados de Latinoamérica y, antes, en España, había recibido el premio de novela La Mar de Letras por Coleccionistas de polvos raros. Con La perra, su anterior novela, traducida a 15 lenguas, fue finalista del Premio Nacional de Novela en Colombia y del National Book Award, además de ganar el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana y un PEN Translates Award. Esa fama inevitablemente prologa la lectura y decide un cierto estado de disposición crítica –a ver qué pasa con ella, a ver cuán merecedora es– que no siempre es la más justa manera de situar...
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