Hay un dato irrebatible: desde hace aproximadamente cuatro años, el número de personas privadas de libertad en todo el país comenzó nuevamente una carrera ascendente. Si bien Uruguay es reconocido como uno de los países con las tasas de prisionalización más altas del continente, desde el año 2018 la cantidad de personas privadas de libertad no cesa de crecer. A fines de octubre había 13.987 presos en todas las cárceles del país. En vistas de que, luego de la reforma de 2011, no se registraron iniciativas políticas importantes para revertir las condiciones de reclusión, ese aumento vino acompañado –especialmente en el último año móvil– de un empeoramiento general de casi todos los índices del sistema.
Las razones de la disparada suba no están del todo claras, pero constituyen un punto de di...
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