Dicen que toda crisis puede ser una oportunidad. Y, por lo regular, se asume que el nacimiento de las compañías de aplicaciones fue contemporáneo a la crisis que estalló en 2008 en los países centrales. Los estudiosos del asunto sostienen que el éxito que lograron estas empresas se cimentó sobre las cifras de desempleo provocado por la debacle económica de aquel año. El desarrollo de las tecnologías de la información y el descubrimiento de los datos como la nueva mina de oro del capitalismo del siglo XXI fueron los carriles que permitieron a este nuevo modelo avanzar y expandirse por el globo. El crecimiento también fue acompañado de una recurrente inyección de capital de riesgo, que, incluso, les permitió operar durante algunos años con rentabilidad negativa hasta dominar el mercado de al...
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