Un descuido al realizar una quema, una fogata que se sale de control, una colilla de cigarro mal apagada o, directamente, un acto intencionado: son muchos los factores por los cuales puede iniciarse un fuego en un campo, bosque nativo o forestal. Por esta época, cuando el calor sofoca y la sequía cubre la mayor parte del país, cualquiera de ellos puede determinar que una simple chispa se transforme en un fuego de grandes dimensiones. Según el último dato disponible al que accedió Brecha, entre diciembre y enero Bomberos llevó a cabo 1.671 intervenciones en focos ubicados en campos y bosques, que afectaron casi 9 mil hectáreas.
En cada zona del país hay destacamentos definidos que son los primeros en responder a este tipo de emergencias, aunque en los casos de incendios que comienzan a toma...
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