Por lo menos por el momento, el presidente Emmanuel Macron y el gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne se han salido con la suya: el proyecto de ley de reforma del sistema francés de jubilaciones ha quedado ratificado luego de que la Cámara de Diputados rechazara el lunes una moción de censura presentada por un grupo de legisladores centristas, en su mayoría exoficialistas, y respaldada por el conjunto de la oposición. Faltaron muy pocos votos (apenas nueve) para que el resultado se invirtiera, pero lo cierto es que la vía parlamentaria para frenar una reforma repudiada por la enorme mayoría de la sociedad ha quedado definitivamente clausurada. Solo queda la de la resistencia social, que algunos sectores se proponen intensificar.
Las manifestaciones callejeras más importantes de l...
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