En la tarde-noche uruguaya del miércoles 8 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escenificó en Washington lo que seguramente presentará como un gran triunfo de su segunda presidencia: haber logrado un acuerdo para el cese el fuego en Gaza. Estaba presentando en conferencia de prensa cómo seguirá su ofensiva interna (contra la inmigración, las administraciones demócratas en diversas grandes ciudades, los militantes antifascistas) cuando su secretario de Estado, Marco Rubio, le acercó un papelito: en Egipto, donde desde el lunes se estaban llevando a cabo negociaciones a varias bandas, Israel y Hamás habían llegado a un acuerdo para un cese el fuego que entraría en vigor en las horas siguientes. «Me necesitarán allá», dijo enseguida, dejando entrever que en los próximos días viajará...
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