Luego de un año de relativo éxito, a partir de noviembre de 2020 una tendencia exponencial de aumento de contagios, ocupación de camas de CTI y fallecimientos vino a pinchar violentamente el globo de la excepcionalidad uruguaya en materia de control de la pandemia del covid-19. El empuje obligó a la administración de Luis Lacalle Pou a tomar, con retraso, algunas medidas a principios de diciembre, que también difirieron de las recomendadas por los científicos asesores. No obstante, durante la primera mitad de enero, la tasa de contagio comenzó a bajar. Algunas tendencias internacionales aportaban evidencia de que la situación volvería a empeorar en poco tiempo. Los trabajos en este sentido fueron presentados oportunamente en la interna del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), pero no ...
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