Si bien la urticaria de Occidente en relación con Oriente bien podía haberlo tentado a imaginar, al amparo del mismo tópico, otra clase de contendientes, lo cierto es que aquí los implicados son la justicia de Inglaterra y los testigos de Jehová y no corresponde sospechar una mirada astutamente oblicua.
El universo que McEwan ha decidido poner bajo su lupa es esta vez el ámbito judicial británico, la historia de la jurisprudencia de su país, la vida y las costumbres de los jueces de alto rango del Gray’s Inn de Londres, zona residencial en donde los “su señoría” de los Reales Tribunales de Justicia han hecho gueto.
Fiona Maye es una respetada magistrada del Tribunal Superior de Justicia, especializada en derecho de familia y acostumbrada a dictar sentencia sobre dilemas éticos delicados. E...
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