El pasado 26 de julio el ciudadano sirio Jihad Diyab, refugiado en Uruguay desde diciembre de 2014, llegó al consulado uruguayo en Venezuela pidiendo hacer una llamada telefónica y auxilio para trasladarse a Turquía, donde reside su familia. En condiciones que aún no están claras, al salir de la sede diplomática fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y permaneció más de un mes en una suerte de limbo, incomunicado y sin que nadie supiera por qué estaba preso. Hoy, aún no se sabe si su detención fue o no legal.
El 30 de agosto Diyab fue trasladado a Montevideo sin que se diera a conocer si su deportación cumplió con el procedimiento que estipula la ley venezolana (la realización de una audiencia en la que el sirio sería asistido por un abogado y un intérprete). Lo que sí se sabe es que está haciendo huelga de hambre desde hace 20 días (al día lunes) y que desde el 2 de setiembre decidió además no ingerir líquidos.
Estas medidas, según ha explicado el propio refugiado, se deben a que Uruguay ha incumplido con los compromisos asumidos de garantizar el reencuentro con su familia y su permanencia en el país en condiciones dignas, los mismos motivos que lo llevaron a querer abandonar el territorio nacional.
Cabe aclarar que su estado de salud, producto de las torturas recibidas en la cárcel clandestina estadounidense de Guantánamo, le dificulta a Diyab asumir un trabajo que le permita mantener con un mínimo de dignidad a su numerosa familia, en el caso de que finalmente ésta viniera a Uruguay. Cuando en los próximos meses el Estado uruguayo deje de dar la ayuda económica prevista para él y los otros cinco refugiados rescatados de Guantánamo, quedará absolutamente desprotegido, en gran parte debido al abandono en que fue dejado a lo largo de todos estos meses por las autoridades uruguayas.
Es por esta situación que las instituciones abajo firmantes reclamamos al gobierno que asuma en todas las dimensiones la protección de este refugiado que se encuentra bajo responsabilidad del Estado, que cuide de su salud y le asegure su derecho a elegir dónde vivir. Reclamamos igualmente que se expongan con claridad las condiciones en que Diyab se halla en Uruguay, las causas, el contexto y las derivaciones de su detención en Venezuela, y las acciones previstas para asegurar su futuro y el de los otros cinco refugiados rescatados en su momento del horror de Guantánamo.
FIRMAN:
Semanario Brecha.
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.
Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (Feuu).
Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur).
Servicio Paz y Justicia (Serpaj-Uruguay).
Crysol. Asociación de ex presos políticos de Uruguay.
Agremiación Federal de Funcionarios de la Udelar (Affur).
Colectivo Ovejas Negras.
Proderechos.