Antes y después - Semanario Brecha

Antes y después

Ningún verdadero maestro se enorgullecería de un discípulo que se dedicara a imitarlo. Lo lindo acá es que Gilberto Gil es tan Gilberto Gil como siempre.

Gilbertos samba

Es un trabajo temático:1 Gilberto Gil visita canciones del repertorio de João Gilberto. Ello implica un nudo histórico, si pensamos que el tropicalismo, del que Gil fue uno de los fundadores, surgió de un empeño por “retomar la línea evolutiva” de la canción brasileña (expresión de Caetano Veloso, en 1966), “línea” ésa que había trazado João Gilberto con la revolución de la bossa nova. La línea era evolutiva, es decir, una continuidad renovada, no rupturista: tanto João como los tropicalistas se apoyaron en una amplísima cultura, bañada de amor, por la tradición de la canción brasileña. Y algunos de los elementos que pautaron la renovación tropicalista tuvieron que ver con la aceptación e incorporación de elementos de cultura masiva, los que, en buena medida, tendieron a predominar hasta que, paradójicamente, casi que ahogaron a la tradición de la “Mpb”, que este disco reflota apartándose radicalmente de esos elementos de masificación que el dialéctico Gil suele apreciar tanto en otros de sus viajes.

Ningún verdadero maestro se enorgullecería de un discípulo que se dedicara a imitarlo. Lo lindo acá es que Gil es tan Gil como siempre. Claro que su guitarra, su swing, su manera de cantar y armonizar, su concepto de la canción, nada de eso sería lo que es si no fuera por João, pero Gil maduró por otros lados e incorporó otros insumos. Lo suyo es más inmediatamente bailable y extrovertido, tiene un componente más explícito de samba bahiano. Son un goce los grooves y ritornelos que inventa en sus relecturas de las canciones. El swing de la guitarra rítmica en canciones como “O pato” y “Doralice” realmente compite con el referente de João. Todo pasa por elementos nominalmente asociados a João Gilberto: el despojamiento tímbrico, la preeminencia de la guitarra criolla, la liviandad de la percusión, la parquedad del instrumental añadido, la búsqueda del registro grave de la voz forzando la contención del volumen del canto, la celebración del canto en eso de repetir y repetir cada tema variando tan sólo los matices. Como en tiempos de la bossa nova, el librillo trae liner notes comentando el trabajo (redactadas por la mejor pluma posible: Caetano). Pero todo eso está alterado con cosas que no se esperarían de João Gilberto: algún que otro timbre electrónico, una línea de guitarra eléctrica atonal en “Desafinado”. La bossa nova tuvo mucho del jazz moderno, pero aquí lo que más se parece a jazz son unos solos de violín (que remite a jazz premoderno) y de acordeón (que se terminan pareciendo a los trabajos de João Donato que tanto impresionaron e influyeron sobre el joven João Gilberto). Ese retrato de João está intervenido por el antes y por el después históricos.

A través del repertorio de João Gilberto, Gilberto Gil homenajea a toda una veta de canción brasileña. No todos los compositores son “fundamentales”: algunos son de segunda división pero embocaron algún clásico consagrado por João. Pero Gil cuidó de no repetir ningún autor para obtener el máximo de representatividad y, con la excepción de Ary Barroso, están todos los nombres fuertemente asociados a João: Caymmi, Jobim, Lyra, Caetano. Tres de las canciones están además vinculadas a la propia historia de Gil: “Eu vim da Bahia” (la primera canción suya que João interpretó), “Milagre”, de Caymmi (del disco de 1981 de João, Caetano y Gil), y “Desde que o samba é samba” (lanzado por Caetano y Gil). El trabajo está producido por Moreno Veloso y Bem Gil (hijos de…), ambos tremendos e innovadores músicos.

La voz de Gil está muy desmejorada, y eso puede haber sido una motivación adicional para que el disco ponga tanto énfasis en la guitarra. Gil tuvo a bien no corregir algunos de los deslices de afinación y emisión (cantó y tocó a la vez en toda la grabación), sincerando esa deficiencia pero al mismo tiempo liberando un componente de espontaneidad, de un disfrute más allá de cualquier “corrección”. Esta joya de disco concluye con “Gilbertos”, conmovedora canción de Gil (única composición previamente inédita en este trabajo), que festeja un sentido de estirpe tan poderoso en la canción brasileña, de Caymmi a João Gilberto, y luego a los tres más trascendentes discípulos de éste (Caetano, Chico Buarque y Roberto Carlos).

1. Gilbertos samba. Sony-Geléia Geral, edición argentina 8884 303753-2, 2014.

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